El ahorro de los españoles ha crecido considerablemente durante el último año por el efecto de la pandemia, pero el Banco de España ha advertido en su informe más reciente de que este incremento no sólo se debe a la precaución o las restricciones que limitan el gasto, sino que los españoles también ahorran porque temen una futura subida de impuestos.
"La literatura económica enfatiza también la posibilidad de que los hogares decidan mantener un nivel de ahorro relativamente elevado porque anticipen futuras subidas de impuestos en respuesta al notable incremento de la deuda pública que se ha producido en esta crisis (…) Las situaciones extremas que se han producido en los últimos meses podrían modificar estructuralmente el patrón de comportamiento de los individuos, haciéndolos más propensos a ahorrar en la medida en que pasen a asignar una mayor probabilidad a este tipo de eventos extremos", señala el supervisor en un capítulo adelantado de su informe trimestral.
La deuda pública ha crecido en 2020 del 95,5% del PIB al 117% y seguirá aumentando en los próximos años en consonancia con el déficit público. Ante posibles variaciones en los tipos de interés, podría llegar a niveles cercanos al 135% del PIB, como ha contado Vozpópuli.
Bruselas ya ha advertido de que cuando vuelvan a estar en vigor las reglas fiscales, los países tendrán que hacer un esfuerzo de contención presupuestaria para bajar deuda y déficit si no quieren sufrir un recorte de los fondos europeos, lo que lleva a prever que se implementarán medidas de austeridad (recorte del gasto) o de subidas de los impuestos (para aumentar los ingresos), o una combinación de ambas.
Los que ahorran son las rentas altas
La institución que dirige Pablo Hernández de Cos explica en su informe que el temor a subidas de impuestos está entre las razones que han fomentado el ahorro, llevando la tasa de ahorro a niveles superiores al 12% de la renta bruta disponible. Puntualiza, además, que son las rentas altas las que han podido acumular ese capital.
"La extraordinaria bolsa de ahorro que se ha acumulado desde el comienzo de la pandemia se concentra principalmente en las rentas más altas, cuya propensión marginal a consumir es menor. Los hogares con las rentas más bajas no sólo tienen una menor capacidad de ahorro, sino que el aumento de este durante los últimos trimestres podría haber sido más limitado o, incluso, en algunos casos, inexistente", advierten.
Esas rentas altas que han ahorrado lo han hecho también por las limitaciones al consumo, aunque el supervisor advierte que gran parte de ese gasto que se ha dejado de realizar era en actividades de ocio y restauración cuyo consumo no puede posponerse.
"Una parte importante del consumo no satisfecho en los últimos trimestres como consecuencia de las restricciones es atribuible al gasto en servicios, que, por lo general, no es aplazable. En este sentido, cuando los hábitos de consumo se restauren, no es previsible que al gasto habitual en determinados servicios, como la restauración o el ocio, se le añada el no materializado durante la crisis sanitaria".
No todo el ahorro se transformará en consumo
Desde el comienzo de la crisis sanitaria, las restricciones para la contención de la pandemia han impedido que los hogares realicen algunos de sus gastos habituales, lo que ha generado una bolsa de ahorro forzoso muy voluminosa, tanto en España como en la Unión Económica y Monetaria.
Este organismo cree que "parte de estos recursos, acumulados esencialmente en forma de depósitos bancarios, puedan imprimir un mayor vigor a la recuperación del consumo cuando la situación epidemiológica lo permita y se reduzca la incertidumbre", apuntan.
No obstante, el hecho de que haya parte del ahorro que se base en el miedo a subidas de impuestos o a un componente de precaución, lleva al Banco de España a pensar que "la magnitud" con la que el ahorro se transforme en consumo "podría verse parcialmente limitada".
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación