Unos 12.900 millones de euros es lo que costarán al Estado las diferentes medidas anunciadas hasta ahora por el Gobierno para hacer frente a la inflación y la crisis provocada por la guerra en Ucrania, según cálculos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que ha criticado la improvisación del Ejecutivo, complicando la evaluación de estas medidas pese a que desde Bruselas "se nos está pidiendo prudencia" por los altos niveles de endeudamiento.
Algunas medidas elevan el gasto público, como la bonificación de los carburantes, las ayudas a sectores electrointensivos, el cheque de 200 euros, la subida del 15% en las pensiones no contributivas, las mejoras en el ingreso mínimo vital, la beca complementaria de 100 euros mensuales para estudiantes, o la bonificación del 100% en los abonos de Cercanías y media distancia de Renfe y del 30% para los del resto de transporte urbano.
Estas medidas temporales, algunas anunciadas en abril y prorrogadas hasta diciembre y otras incorporadas entre junio y julio con la misma fecha prevista de finalización, tendrán un coste de 8.727 millones en 2022, según la AIReF. La más costosa será la polémica subvención de los carburantes, que costará 4.540 millones y, de hecho, el organismo independiente calcula que tendrá un impacto adicional de 584 millones en 2023, elevando el coste total de la medida a 5.124 millones.
Elevarán el déficit en 9 décimas, pero se verán compensadas parcialmente por el aumento del PIB nominal y la recaudación
A estos se suman, por ejemplo, los 540 millones presupuestados para el cheque a familias de bajos ingresos, o los 221 millones que costarán los bonos de transporte metropolitano, de cercanías y regular por carretera. También incorpora en su cálculo los 1.200 millones que recibió el Ministerio de Inclusión para la acogida de refugiados ucranianos.
Asimismo, la AIReF cuantifica el coste de algunas de las últimas medidas anunciadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el debate sobre el estado de la Nación celebrado esta semana, como el suplemento a los estudiantes becados (400 millones) o la bonificación del 100% de los bonos de Cercanías y media distancia, con un coste 'extra' de 20 millones. Sin embargo, todavía no ha estimado el impacto en términos de Contabilidad Nacional de los dos nuevos impuestos a la banca y las energéticas, que aún están por definir.
Por otro lado, las rebajas fiscales a la electricidad, que están vigentes desde junio de 2021 y se han ido prorrogando y ampliando en estos meses, disminuyen los ingresos de las arcas públicas en 3.575 millones. "Al igual que ocurre con los gastos, estas medidas tienen una vocación temporal, si bien parte de sus efectos se traslada a 2023", señala la AIReF en su informe sobre la Ejecución Presupuestaria, Deuda Pública y Regla de Gasto 2022 de las AAPP.
Con todo, las medidas anunciadas hasta la fecha tendrán un impacto en el déficit del 0,9% del PIB, según calcula la AIReF. Esto se compensará parcialmente con el aumento del PIB nominal por la inflación y la evolución más favorable de la recaudación (que reducen el déficit en tres décimas de PIB), con lo que empeora su previsión de déficit para este año en sólo tres décimas, dejándola en el 4,5% del PIB (en todo caso, por debajo del 5% previsto por el Gobierno).
La AIReF critica la "improvisación"
Tras cuantificar el impacto de todas estas medidas, la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, criticó la "improvisación" del Gobierno, que, en su opinión, dificulta su valoración. Fue en la presentación del Informe sobre la Ejecución Presupuestaria, Deuda Pública y Regla de Gasto 2022 de las AAPP, en el que también revisó a la baja el crecimiento del PIB previsto para este año, hasta el 4,2%, y al alza la inflación media, hasta el 7,8%.
"Cada día se adoptan nuevas medidas, que por cierto es difícil valorar su suficiencia o no para, de alguna forma, corregir la situación que se está viviendo", comentó la presidenta. "Cuando uno adopta medidas, tendríamos que conocer cuáles son los objetivos que se persiguen para poder valorar cuál es la eficacia de esas medidas, cosa que sería necesario también a la hora de decidir si se toman más medidas o se prorrogan las existentes", continuó.
La presidenta de la AIReF recordó también que "se nos está pidiendo prudencia porque tenemos un nivel de deuda alto" y evaluar el impacto y la eficacia de las medidas adoptadas hasta ahora y la situación macroeconómica "requiere que no haya lugar a la improvisación, que cada día no se conozcan datos o medidas aisladas y puntuales sin que forme parte de una visión de conjunto".
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