El Ingreso Mínimo Vital (IMV) no avanza. Sólo llega al 36% de los hogares que podrían beneficiarse de él, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), prácticamente el mismo porcentaje que en los dos años anteriores (40% en 2021 y 35% en 2022), desde que se puso en marcha.
La ley que regula el IMV mandata que la AIReF haga una evaluación anual sobre la evolución de la prestación. Y en su tercera y última opinión, publicada este miércoles, la AIReF eleva a casi un millón de hogares (951.702) los potenciales beneficiarios del ingreso mínimo como consecuencia del incremento del 15% en la renta garantizada.
Dicho de otra manera, al aumentar el umbral, ahora hay 150.000 hogares más que se pueden beneficiar de la ayuda. Con datos a cierre del 2023, se benefician del IMV 342.856 hogares, es decir, un 36% de los que podrían hacerlo.
A estos hay que sumar a un porcentaje reducido de personas, alrededor de un 6%, cuya solicitud está aún en trámite, y otro 2% a los que podrían haberles denegado la solicitud por algún error en la documentación. Pero el grueso de los que podrían recibir la ayuda y no lo hacen son aquellos que ni siquiera la han solicitado.
Según la AIReF, el 56% de los que podrían beneficiarse del IMV no lo han solicitado. Suman medio millón de personas. Y, según sus cálculos, más de la mitad reciben otra prestación o renta mínima y, al no haber un cruce automático de datos por parte de la administración, acaban percibiendo menos que el IMV pese a tener derecho a ello.
La mitad reciben otras rentas o prestaciones
En concreto, 47.500 hogares perciben rentas mínimas de su comunidad autónoma y, por esa razón, no han solicitado el IMV. Además, otros 282.000 hogares, aproximadamente, no lo piden porque perciben prestaciones por desempleo, ya sea el paro (contributiva) o el subsidio (no contributiva).
De hecho, la AIReF también desvela que un 38% de los hogares que podrían pedir el IMV y no lo han hecho incrementarían su renta en menos de un 30%. Es decir, que uno de cada tres podría estar ya disfrutando de una prestación próxima al IMV y renuncia a cobrar un poco más por el papeleo que supondría.
Sea como fuere, lo que refleja la AIReF en su última opinión sobre el IMV es que el porcentaje de beneficiarios del IMV creció con relativa intensidad en el primer año de puesta en marcha pero, desde entonces, se ha estancado. El porcentaje de hogares que podrían pedirlo y no lo hacen tocó el techo del 57% en 2021 y continúa en los mismos niveles dos años después.
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