La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha rebajado su previsión de crecimiento económico para este año hasta el 5,5 %, 0,9 décimas menos que en la anterior estimación, y el 6,3 % para 2022, cinco décimas menos, lejos del 6,5 % y el 7 %, respectivamente, que espera el Gobierno.
La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, ha explicado durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados con motivo de la tramitación del proyecto presupuestario de 2022 que entre las razones de esta rebaja están la revisión de datos del INE, los cuellos de botella o los precios energéticos.
Herrero ha señalado que cuando se avalaron las previsiones del Gobierno ya se alertó de "riesgos, todos a la baja," y advertían de que apenas unos días después se conocerían "datos muy relevantes" de contabilidad nacional del INE que deberían estar en las cuentas, al menos de manera informal, y que finalmente resultaron en una importante rebaja de las previsiones del segundo trimestre.
De hecho, esta revisión ha restado 1,4% de PIB a la previsión de la AIReF para 2021, aunque con impacto positivo de 0,2% para 2022. Otro elemento que ha afectado a las previsiones es la evolución de los precios energéticos -el gas cotizaba a 58 euros el megavatio hora cuando se emitió el aval y ahora a 93,8 euros el MWh-, cuya solución "no es tan fácil" como se pensaba y cuyo impacto se extenderá a la primera mitad de 2022.
Por lo que respecta a los cuellos de botella en el comercio internacional, "de alguna forma se acabará trasladado a la economía española", ha advertido Herrero, así como el impacto que ya tiene en la ralentización del crecimiento de China o Alemania.
Retraso en el plan de recuperación
A esto ha añadido el "riesgo nada desdeñable" de la pandemia o el retraso en la implementación del plan de recuperación, cuyo impacto se mantiene en 0,7 puntos en 2021, un dato que ya fue rebajado y que desplaza el impacto a los años posteriores.
La presidenta de la AIReF ha subrayado la importancia de hacer "una correcta selección de los proyectos y reformas estructurales", ya que las inversiones tienen que dar el relevo al consumo como factor de potenciación de la recuperación.
En ese sentido, Herrero ha señalado que la tasa de ahorro terminará este año en niveles previos a la pandemia, lo que parece indicar que "a lo mejor la demanda que suponíamos embalsada no era tan grande como esperábamos".
Herrero ha afeado que se hayan anunciado medidas tras presentar el Presupuesto y enviar a Bruselas el plan presupuestario sin que los documentos las recojan, algo que "no parece que afecte positivamente a la credibilidad.
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