La constante evolución tecnológica de cara al consumo de energía en el planeta ha llevado al ser humano a gozar de una calidad de vida muy superior a la de sus antepasados, pero a costa de ello se ha producido un consumo acelerado de los recursos y la sociedad ha incubado una necesidad energética que reclama que sea saciada cada mañana. No hay marcha atrás en el camino del progreso y la encrucijada energética en la que se encuentra la sociedad es cada día más palpable después los sucesos de Fukushima o la reciente caída del precio del petróleo. ¿Reducir o mantener el uso de la energía nuclear? ¿Apostar por renovables? ¿Investigar con el fin de hallar la fusión controlada u otras formas de obtener energía? La respuesta al futuro energético sigue sin fijarse y todo proyecto se encuentra condicionado por la geopolítica en torno al sector.
El Instituto de Humanidades Francesco Petrarca, en vista de la importancia del asunto, ha decidido realizar unos cursos sobre la materia bajo el título La energía: perspectiva global y análisis de futuros escenarios, con el que intentan acercar los problemas de la energía desde todos sus ángulos. Para ello, el centro contará con los servicios del profesor Alejo Vidal-Quadras, colaborador de Vozpópuli, catedrático de Física Atómica y Nuclear y exmiembro de la Comisión de Industria, Energía e Investigación del Parlamento Europeo, que ocupó su puesto durante 15 años, en los que también ostentó el cargo de vicepresidente de la Eurocámara. Desde la dirección del curso destacan a Vozpópuli que el profesor puede abordar el tema de la energía desde todas sus vertientes porque además de ser un experto en la materia ha tratado su condición geopolítica a lo largo de los años.
"La energía es utilizada en determinadas ocasiones como arma política y los países productores de gas y petróleo recurren a este elemento de presión para condicionar las políticas de los que dependen de su suministro"
Según el propio Vidal-Quadras, con el que ha podido hablar este medio, el curso se enfoca "al análisis de la energía como factor fundamental, junto con el capital humano, las infraestructuras y los recursos naturales. El análisis de las políticas energéticas de diferentes países permite entender la energía como un elemento indispensable para el desarrollo de las sociedades, así como su papel en el plano geopolítico".
En referencia a ese plano geopolítico que menciona el profesor, la directora del curso, Cristina Alonso, explica que quizá sea éste el aspecto que más se ignora en relación al sector energético. "Es uno de los grandes desconocidos, parece que es solo una cuestión económica y la energía es uno de los temas que mueven el orden mundial. Es geopolítica, es economía, es política, es relaciones internacionales, comenta Alonso, que añade: "Afecta a todo... y es de completa actualidad".
Respecto a este aspecto, Vidal-Quadras considera que los principales problemas del plano geopolítico son la dependencia externa en muchos países desarrollados para cubrir su demanda y "disponer de suficiente energía a un coste asequible", en el caso de los países en vías de desarrollo. "La energía es utilizada en determinadas ocasiones como arma política y los países productores de gas y petróleo recurren a este elemento de presión para condicionar las políticas de los que dependen de su suministro", expone el profesor.
Dependencia energética
Para Vidal-Quadras la política energética de un país es hoy en día un componente básico de su política económica y también de su política internacional. "La dependencia europea de suministro externo de energía se sitúa en torno al 50% y si no actuamos con decisión en este ámbito en 2050 alcanzará el 70%", advierte el profesor respecto a la posición de los países dependientes y su propia planificación energética.
"La dependencia europea de suministro externo de energía se sitúa en torno al 50% y si no actuamos con decisión en este ámbito en 2050 alcanzará el 70%"
"Dado que las infraestructuras de producción, transporte y distribución de energía requieren grandes inversiones y largos períodos de construcción, las estrategias energéticas correctas han de mirar al medio y largo plazo. El acceso a energía abundante y barata es un factor clave de la competitividad de una economía", apunta Vidal-Quadras, que explica que "una vez digerido el shock producido por el desastre de Fukushima, se han mantenido o reanudado proyectos nucleares de considerable envergadura en Europa, en Estados Unidos y en China", y asegura que pese a los accidentes, una vez incrementados los requerimientos de seguridad y pasados los parones políticos, "la producción de electricidad en plantas térmicas de fisión nuclear seguirá siendo un componente significativo del mix energético de muchos países".
Caída en el precio del crudo
Desde hace unos meses la situación del barril de petróleo no ha hecho más que caer. En las últimas semanas, el precio del Brent llegó a situarse en unos niveles no vistos desde 2009, al cotizar a 45 dólares el barril, cuando hace siete meses superaba los 115 dólares. En medio año el crudo se ha desplomado casi un 60%. Esta situación, que está mellando las economías de países como Rusia o Venezuela, por efecto de la geopolítica y la importancia del sector está aportando beneficios para algunos países como España. El ministro de Economía, Luis de Guindos, estimó en 10.000 millones de euros el ahorro de España en la factura, aunque los analistas redujeron la cifra, tal y como publicó Vozpopuli hace unas semanas.
El profesor achaca la espectacular caída del petróleo a tres causas: "La creciente producción de petróleo y gas no convencional en Estados Unidos, el mantenimiento de su producción por parte de los países centrales de la OPEC y la debilidad de la demanda debido a la crisis económica global". Y considera que esta caída supone una "bendición para países como España", que según explica dependen del petróleo importado en más del 90% de su consumo.
"Las energías renovables, la fisión y la fusión nucleares, las pilas de combustible de hidrógeno y la mejora de la eficiencia energética son las áreas en las que hemos de intensificar el esfuerzo inversor y tecnológico"
Pero desde la dirección apuntan que el petróleo no copará el curso pese a su actualidad, sino que será una parte del mismo. Alonso detalla que el tema central es la "producción de energía, la dimensión social y macroeconómica que tiene en el mundo la energía, de la influencia que tiene en el desarrollo de los países: los pobres, los ricos y los que están en vías de desarrollo". El curso, en el que según indican no es necesario tener una formación técnica para disfrutar de sus contenidos, busca sentar las bases para una reflexión general sobre los problemas globales de la energía y sus aspectos fundamentales, desde la producción y la industria, hasta las reservas de energía y los efectos medioambientales de un consumo elevado de la misma.
Futuro energético
En relación a esta reservas, el profesor asegura que pese a que las reservas mundiales de petróleo, gas y carbón son finitas y terminarán por acabarse, "la estimación de las reservas existentes va siendo más optimista a medida que mejoran las tecnologías de exploración y extracción", por lo que apunta que "en 2100 el mix energético mundial se parecerá poco al de la actualidad, que se basa principalmente en los combustibles fósiles. Por ello, resulta primordial la investigación y la innovación con el fin de disponer de fuentes alternativas de energía que aseguren nuestro futuro.
"Las energías renovables, la fisión y la fusión nucleares, las pilas de combustible de hidrógeno y la mejora de la eficiencia energética son las áreas en las que hemos de intensificar el esfuerzo inversor y tecnológico" aconseja el profesor.
El curso que dirigirá Alejo Vidal-Quadras comenzará el 9 de febrero y contará con 15 sesiones hasta finalizar el 1 de junio.
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