Economía

Parón en el crecimiento europeo: el PIB alemán crece un 0,3% y el francés se contrae el 0,1%

El crecimiento de Alemania en el tercer trimestre se ralentizó a un ritmo del 0,3% frente al 0,7% registrado en los tres meses anteriores por la "tendencia menos dinámica" de las exportaciones. En Francia ha sido clave el debilitamiento del consumo de los hogares. 

El crecimiento del producto interior bruto (PIB) de Alemania en el tercer trimestre se ralentizó a un ritmo del 0,3%, frente al 0,7% registrado en los tres meses anteriores ante un debilitamiento de las exportaciones que no fue compensado totalmente por el incremento del consumo doméstico, según informó la oficina federal de estadística, Destatis.

"En el tercer trimestre se registraron contribuciones positivas por parte de la demanda doméstica", destacó el instituto estadístico germano, que señaló que el gasto de los hogares y del Gobierno fue "algo superior" al observado en los tres meses anteriores.

Asimismo, entre julio y septiembre la economía alemana experimentó un incremento de la formación de capital fijo tanto en maquinaria y equipamientos, como en la construcción.

No obstante, el balance entre exportaciones e importaciones registró un efecto negativo sobre la evolución del PIB, ya que, mientras las compras al exterior continuaron al alza, las exportaciones mostraron una tendencia "menos dinámica" que en el trimestre precedente.

En términos interanuales, Destatis informó de que el PIB alemán creció un 1,1%, aunque el dato se reduce al 0,6% una vez corregidos los efectos de calendario.

Contracción en Francia

Por su parte la economía de Francia registró en el tercer trimestre del año una contracción del 0,1%, frente al crecimiento del 0,5% observado en los tres meses anteriores, como consecuencia del debilitamiento del consumo doméstico y la caída de las exportaciones, según informó el Instituto Nacional de Estadística galo (Insee).

Esta caída por sorpresa de la actividad en la segunda mayor economía de la eurozona, ya que el consenso del mercado esperaba un crecimiento del 0,1%, se explica en parte por el debilitamiento del consumo de los hogares, que creció un 0,2%, la mitad que en el trimestre anterior, debido al menor gasto energético (-3%), que no se vio compensado por el incremento del gasto en alimentación (+0,4%).

Por otro lado, las exportaciones francesas registraron un descenso del 1,5%, tras haber aumentado un 1,9% en el segundo trimestre, mientras que las importaciones siguieron al alza (+1%), algo por debajo del 1,6% de los tres meses anteriores.

De este modo, la balanza comercial tuvo en el tercer trimestre una contribución negativa de 0,7 puntos porcentuales a la evolución del PIB, tras haber registrado un balance neutral en el segundo trimestre.

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