La ocupación media de las viviendas de alquiler turístico se ha desplomado un 47,5% en julio y agosto por la pandemia, pasando del 84,2% de 2019 en estos dos meses al 36,7% de este año, según datos de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (FEVITUR). La caída libre del negocio en una temporada que se prevé "perdida" provocará unas pérdidas de 3.000 millones de euros.
Tolo Gomila, presidente de la asociación, lamenta que "esta pandemia está afectando a toda la industria turística de una forma atroz". "El cierre total del sector durante las primeras semanas, la desconfianza por la situación sanitaria, la pérdida de capacidad económica de los ciudadanos y los nuevos rebrotes han provocado una tormenta perfecta”.
Una de las situaciones más preocupantes se da en la costa catalana, con un 22% de ocupación en julio y una previsión de 27% en agosto, con especial incidencia en la ciudad de Barcelona, según FEVITUR. Las cifras están muy lejos de la ocupación del verano pasado, donde se superó el 80% en julio y el 85% en agosto. La caída global es del 71% y la situación ha llevado también a una caída generalizada de los precios del 31%.
También en la Costa Blanca valenciana las cifras quedan lejos de los llenos de años anteriores y las reservas para este verano en destinos como Benidorm se estancan en el 34%.
En Andalucía, la ocupación en julio ha sido del 36% y las previsiones para agosto es llegar a cerca del 45%, unas cifras que distan mucho del 78,6% de ocupación que se registró en verano de 2019. A diferencia de lo que ocurrió el año pasado, la pandemia ha dejado la costa andaluza prácticamente sin turismo internacional. La mayoría de los visitantes son, este año, españoles, en una destinación donde el 70% del turismo es normalmente extranjero. El precio medio por noche ha caído también alrededor de un 13%.
La situación es parecida en el norte del país. En el País Vasco, la ocupación de julio es del 45% y la previsión para agosto llega al 60%, respecto a una ocupación de entre el 85% y el 90% en 2019. La procedencia de los visitantes es principalmente de España y Francia y se ha perdido prácticamente por completo el turismo internacional, especialmente el estadounidense, que tenía un peso importante (20%) en la destinación. El precio medio cae este año un 24% y se han visto obligados a cerrar un 11% de las viviendas.
Las islas tampoco se salvan de esta situación. En Baleares, la previsión para agosto es del 70% de ocupación, después de un julio en el que apenas se ha llegado al 65%. Pese a que son cifras más optimistas que en la península, las cifras en Baleares distan del 95% de ocupación global en verano de 2019 por la poca incidencia del turismo internacional, como el norteamericano o el ruso. Además, el precio medio por noche ha caído un 33%.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación