José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, y Javier Botín, hermano de la presidenta del banco, advirtieron en la reunión del consejo de administración de la entidad del 15 de enero de 2019, en la que se decidió no continuar con el fichaje de Andrea Orcel, de que los inversores institucionales no entenderían bien las razones por las que se frustraba el nombramiento.
Como publicó el lunes Vozpópuli, en aquella reunión del consejo de Santander Ana Botín expuso las razones por las que consideraba que no se debía seguir adelante con el fichaje de Orcel, entre otras cosas por las supuestas represalias normativas que el Gobierno pudiera tomar al publicarse informaciones sobre las retribuciones de la banca.
En la reunión, los consejeros de Santander apoyaron la decisión de suspender la contratación de Andrea Orcel. De acuerdo al acta del consejo, a la que ha accedido Vozpópuli, José Antonio Álvarez indicó en su intervención que era "importante explicar bien la decisión a los inversores institucionales" para que estos pudieran "entender al menos la importancia de las cantidades a pagar como consecuencia de la contratación comparándolo con la base de costes del banco".
State Street Bank and Trust Company y The Bank of New York Mellon Corporation son los dos mayores accionistas de Santander
Los inversores institucionales de Santander son las grandes entidades que poseen participaciones superiores al 3% del capital, y que las mantienen en custodia en nombre de otros inversores, sin pretensión aparente de influir en la política del banco ni de tener presencia en el consejo.
A 31 de diciembre de 2018 los principales accionistas de Santander eran State Street Bank and Trust Company (13,091%); The Bank of New York Mellon Corporation (8,853%); Chase Nominees Limited (6,695%); EC Nominees Limited (3,958%); y BNP Paribas (3,791%).
De acuerdo al informe financiero anual de ese ejercicio, BlackRock tenía informada a la CNMV que era titular de una participación significativa en derechos de voto (5,585%), si bien especificaba que las acciones correspondientes se mantenían por cuenta de varios fondos de inversión u otras entidades.
Javier Botín, como Álvarez, fue consciente también de que los grandes inversores no iban a entender bien que se decidiera no continuar con el fichaje de Orcel aludiendo a que su retribución estimada era superior a la calculada en un principio, especialmente si se comparara con otras variables de la entidad.
El hermano de la presidenta de Santander "coincidió en este último comentario del Sr. Álvarez, respaldando en todo caso la decisión", recoge el acta del consejo de administración celebrado el 15 de enero de 2019.
Rodrigo Echenique dijo que la no contratación de Orcel obedecía al "entorno actual y las circunstancias de la negociación"
Álvaro de Souza, que se incorporó al consejo de administración de Santander en 2018, presidente no ejecutivo de Santander Brasil, señaló en esa misma reunión que consideraba "muy importante no sólo explicarla bien [la decisión de no contratar a Orcel] a los medios de comunicación y a los mercados, sino también internamente, para que quienes componen el Grupo tengan tranquilidad sobre el equipo directivo y la estrategia".
Rodrigo Echenique mencionó que la decisión de no continuar con el nombramiento "no se refiere al perfil o idoneidad de D. Andrea Orcel, sino a que el entorno actual y las circunstancias de la negociación aconsejan tomar esta decisión".
Homaira Akbari, miembro del consejo de administración de Santander desde 2016, como independiente, puso de manifiesto "la diferente naturaleza de la banca de inversión y de la comercial, que hacen que las retribuciones que pueden ser aceptables para una no lo sean para la otra". También destacó la importancia de que quedara "claro que la decisión de nombrar al Sr. Orcel se hizo tras un riguroso análisis de su idoneidad y de sus componentes retributivos".
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