Amazon quiere seguir creciendo en su área de negocio estrella: la gestión logística de los productos que cada día reciben millones de personas en sus casas. El servicio de FBA (Fullfilment By Amazon) permite a los vendedores almacenar y enviar unidades desde las bodegas de Amazon, pero no solo en aquellas compras que se realizan en este marketplace, sino también en las que se realizan por medio de otras plataformas, a las que ahora el gigante norteamericano quiere arrebatar su cuota de mercado en un nuevo paso hacia la monopolización.
La empresa fundada por Jeff Bezos ha implementado un programa piloto para que los envíos de su servicio de MCF (Multi-Channel Fullfilment, la opción para servir cualquier tipo de pedido desde los almacenes de Amazon) lleguen a través de transportistas alternativos, según ha avanzado el diario Financial Times.
Esto permitiría sortear las restricciones adoptadas por sus competidores directos, como Walmart o Ebay, que prohíben o desaconsejan el uso del servicio MCF para atender a los pedidos realizados en estas plataformas. La competencia lamenta que esta vía supone una experiencia confusa para el cliente final, que recibe su compra en un paquete oficial de Amazon, pese a haberlo adquirido en otro portal.
“Causa confusión que la gente pide algo a Walmart y se entregue en la caja de otro minorista”, lamenta una portavoz de la compañía afectada en declaraciones al diario británico.
Amazon acapara ya el 50% de las compras virtuales en España
El servicio de MCF lleva años en funcionamiento, “pero en España no está demasiado extendido por desconocimiento”, apunta Jordi Ordóñez, asesor de e-commerce. Este experto en Amazon recuerda lo fácil que resulta integrar y automatizar en FBA los pedidos en MCF provenientes del resto de plataformas. Sin embargo, considera que es un “arma de doble filo” porque el vendedor “da acceso a Amazon a todo tipo de datos”: nombre, apellidos y dirección del comprador, precio de la factura, contenido... “Le estás dando las llaves de tu casa”.
“Walmart y Ebay tienen su propio FBA y no les interesa que Amazon gestione sus pedidos”, dice Ordóñez, que recuerda que “la logística es un negocio de volúmenes”. “De los dos millones de pedidos online que hay cada día en España, la mitad se hacen a través de Amazon”, señala el experto en declaraciones a Vozpópuli: “Si con estos cambios haces crecer el negocio un 5% o un 10%, es mucho dinero".
Coto al incipiente monopolio
De este modo, Amazon quiere hacerse con la mayoría absoluta del sector en un nuevo paso hacia el monopolio. Aunque aún no ha desplegado todo su potencial en Europa, en mercados como Estados Unidos su implantación ha hecho saltar las alarmas. El Congreso estadounidense debate actualmente un proyecto de ley de monopolios de plataforma final, que busca poner coto al crecimiento sin límites de estas grandes empresas y pone en riesgo el modelo de negocio de Amazon.
La aprobación de esta ley implicaría la venta forzosa de su división de gestión logística para abrir la puerta a una mayor competencia. Según expertos del sector, esto se traduciría en más costes para los vendedores que trabajan con Amazon, sobre los que recaería el incremento de los precios como consecuencia de la operación, al menos a corto plazo. Jordi Ordóñez vaticina que, en caso de la ley salga adelante, Europa aplicará limitaciones similares para frenar la expansión de Amazon.
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