American Airlines advirtió este miércoles de que podría verse forzada a suspender a 25.000 empleados, lo que supone un 20% de su plantilla, uniéndose así a United, otra de las aerolíneas principales de EEUU, que anunció la semana pasada medidas similares ante un aumento de casos de coronavirus en el país.
Según los medios especializados, American Airlines también animó a sus trabajadores a solicitar excedencias de hasta dos años o a aceptar paquetes para una jubilación anticipada para intentar reducir la plantilla todo lo posible antes de tener que iniciar suspensiones involuntarias.
Los ingresos de American Airlines se redujeron el pasado mes de junio más de un 80%, en comparación con el mismo mes del año pasado, según dijeron el consejero delegado de la empresa, Doug Parker, y el presidente, Robert Isom, en un mensaje a los empleados.
"Y con la tasa de infección (de coronavirus) aumentando y varios estados volviendo a establecer restricciones de cuarentena, la demanda de transporte aéreo está volviendo a bajar", agrega el texto.
Dada la financiación gubernamental de más de 25.000 millones de dólares que han recibido las aerolíneas, estas compañías no pueden despedir a empleados ni suspender sus salarios hasta el 30 de septiembre.
Lla aerolínea anunció que tenía 20.000 empleados más de los que necesitaba para la reducción de vuelos que tiene previsto para este otoño
En EEUU, la Ley de Ajuste de Trabajadores y Notificación de Nueva Formación requiere a las compañías notificar a sus empleados de posibles despidos o suspensiones temporales con 60 días de plazo, pero el hecho de que reciban este aviso no significa que finalmente vayan a ser despedidos.
American Airlines enviará esta notificación a un 37% de sus auxiliares de vuelo (unas 9.950 personas) y a un 18% de sus pilotos (unos 2.500 empleados), mientras que afectará también a unos 3.200 trabajadores que se ocupan de mantenimiento y 4.500 más del servicio de flota.
Más empleados de los que necesitaba
A principios de mes la aerolínea, con base en Texas, anunció que tenía 20.000 empleados más de los que necesitaba para la reducción de vuelos que tiene previsto para este otoño.
Mientras, United informó la semana pasada a cerca de 36.000 empleados, casi un 40% de su plantilla, que podrían ser suspendidos, mientras que Southwest Airlines advirtió este lunes que se necesitan triplicar el número de pacientes para final de año para evitar despidos y suspensiones.
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