En las quinielas para sustituir a Nadia Calviño en el Ministerio de Economía suena con fuerza un nuevo nombre: Ángel Ubide. Su carrera internacional y su dominio lingüístico (habla inglés, francés, italiano y portugués, además de español) le avalan como un candidato apto para codearse y defender los intereses del Gobierno en las altas esferas de Bruselas. Ubide (1969) es experto en banca central, asuntos europeos, finanzas y política macroeconómica.
Actualmente reside en Washington y es director de análisis económico y renta fija global en el hedge fund norteamericano Citadel LLC. Defiende la política fiscal expansiva como herramienta para luchar contra la desigualdad así como una visión más relajada respecto a la deuda pública y el déficit. También es un fiel crítico de las políticas económicas basadas en el sesgo antiinflacionario.
Su proximidad al Ejecutivo de Pedro Sánchez es evidente, pues formó parte del Consejo Asesor de Asuntos Económicos del Ministerio de Economía que creó la propia Calviño en 2020, con el fin de "compartir ideas y propuestas con profesionales de reconocido prestigio". Ya en 2015 Sánchez lo incluyó en el Grupo de Expertos del PSOE como asesor en los asuntos de Política Exterior y Diplomacia Económica.
En aquel entonces, con Mariano Rajoy como presidente, Ubide asesoraba al partido socialista en la presentación de propuestas de Gobierno junto a Jordi Sevilla, Luz Rodríguez, Rafael Bengoa, Magdalena Valerio, Patxi López, Teresa Ribera, Ángel Gabilondo, Victoria Camps, Silvina Bacigalupo, Maurici Lucena y Sami Naïr. Algunos de ellos se integraron en el gabinete de Sánchez tras su ascenso al poder y se convirtieron en personas de su máxima confianza, empezando por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Actualmente Ubide también es miembro de la comisión ejecutiva del Euro50 Group y del Economic Club de Nueva York. Tras graduarse en Economía y Administración de Empresas por la Universidad de Zaragoza en 1991, Ubide obtuvo el título de doctor en Economía por el Instituto Universitario Europeo de Florencia.
La carrera de Ángel Ubide
Su carrera profesional arrancó como asociado en la consultora McKinsey & Company y como economista en el Fondo Monetario Internacional (1996-2001). Después trabajó durante casi dos décadas (2001-2018) en grandes firmas de inversión, con cargos de responsabilidad en Tudor Investment Corporation, D.E. Shaw & Co y Goldman Sachs. Desde el gigante de Wall Street dio el salto a Citadel LLC, donde lleva ya más de cinco años.
Durante ese tiempo Ángel Ubide también participó activamente en el debate global sobre políticas económicas, sobre todo como investigador principal del Peterson Institute for International Economics, como miembro del comité ‘Reinventando Bretton Woods’, y como asociado en el Centro de Estudios de Política Europea, donde fue coautor de varias ediciones del informe anual sobre la economía europea.
Ubide publicó su primer libro, "La Paradoja del Riesgo", en 2017. Además, lleva años colaborando con El País a través de la publicación de artículos periódicos y también ha participado en medios internacionales como The Economist, Financial Times y The Wall Street Journal.
Las otras opciones de Sánchez
El nombre de Ubide ha emergido en una lista en la que figuran varios nombres de distintos perfiles. Una de las opciones que más tienta a Pedro Sánchez es la de concentrar todo el poder económico en las manos de María Jesús Montero. La jugada tiene un fin evidentemente político. La actual ministra de Hacienda es, junto a Félix Bolaños, la responsable socialista que más ha salido fortalecida en el nuevo gobierno de coalición. Sánchez le otorgo la vicepresidencia cuarta, sabedor de la complicada tarea que le aguarda durante la legislatura.
Montero tiene que cuadrar unos difíciles Presupuestos Generales del Estado, en plena ralentización de los ingresos impositivos y con las elevadas demandas de gasto que han planteado -y seguirán planteando- los socios parlamentarios del Gobierno. Para colmo, la ministra de Hacienda debe apretarse el cinturón ante el retorno de las reglas fiscales.
Al otorgarle la cartera de Economía, Sánchez la ascendería a vicepresidenta primera, manteniendo intacto el 'muro' que representa hoy Nadia Calviño frente a Yolanda Díaz (actual vicepresidenta segunda). Esa jugada implicaría crear dos secretarias de Estado potentes, una de Economía y otra de Hacienda. Sería un modelo similar al que lideró en su día Rodrigo Rato, cuando José María Aznar le hizo 'superministro'.
Un claro candidato a secretario de Estado sería Manuel de la Rocha. El actual responsable de la oficina económica de Moncloa ya tiene ese rango y cuenta con enorme experiencia en asuntos internacionales. De la Rocha ha sido un gran escudero de Sánchez en infinidad de citas económicas, tanto en Bruselas como en otras plazas, como Nueva York.
El gran handicap de María Jesús Montero es conocido: no habla inglés ni tiene engrasada una red de influencia en Bruselas. Un punto muy negativo en comparación con Calviño, que se desenvolvía a la perfección en los despachos de la capital belga. Ese factor juega a favor de dos candidatos que ocupan un puesto preferente en las quinielas: David Vegara y José Manuel Campa.
El segundo -casualidades de la vida- sucedió al primero en la secretaría de Estado de Economía. Y Vegara fue quien cogió el relevo de Luis de Guindos en el mismo puesto. Los dos economistas, que formaron parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, tienen un buen perfil internacional. Sobre todo, Campa, que preside actualmente la Autoridad Bancaria Europea.
Si las apuestas de Ubide, Vegara y Campa no acaban de cuajar, Sánchez siempre tendría a su disposición dos alternativas de la casa: De la Rocha y José Luis Escrivá
Tanto Vegara como Campa ejercerían como ministros de Economía 'rasos', con mucho menos poder del que acumula hoy Calviño (vicepresidenta primera). Ese factor, unido a la enorme complejidad de la nueva legislatura, políticamente embarrada, están actuando como freno, según fuentes próximas a los dos economistas. En el caso de Vegara, además, se suman los generosos ingresos que le reporta su puesto de consejero en el Banco Sabadell.
Si las apuestas de Ubide, Vegara y Campa no acaban de cuajar, el presidente del Gobierno siempre tendría a su disposición dos alternativas solventes. Una es la del propio De la Rocha; y la otra, la de José Luis Escrivá, quien ocupa actualmente un ministerio menos importante y espinoso (Transformación Digital) que el anterior (Inclusión, Seguridad Social y Migraciones).
La sustitución de Escrivá por Elma Saiz fue interpretada en algunos círculos económicos de forma clara: Sánchez enviaba el expresidente de la AIReF una temporada al 'banquillo', a la espera de que Calviño se marchara al Banco Europeo de Inversiones (BEI). Ese posible movimiento ha perdido fuerza, pero no es descartable. Dependerá del deseo final del presidente de dar un golpe efecto o apostar por la continuidad tirando de un lugarteniente con capacidad y buen perfil internacional como Escrivá.
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