La canciller alemana, Angela Merkel, está decidida a evitar a toda costa que Grecia abandone la zona euro, ante el peligro de contagio a otros países en crisis, asegura la revista Der Spiegel en su próxima edición de la que se hace eco Efe. "Debemos encontrar una solución", dijo Merkel esta semana ante sus mas estrechos colaboradores, según revela el semanario en su próxima edición, en la que señala que la canciller y sus asesores temen que una eventual salida de Grecia del euro lleve a una cadena de desastres como la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers en 2008, detonante de la crisis financiera internacional.
La revista añade que Merkel es consciente de que con la salida de Grecia del euro Alemania perdería de manera automática 62.000 millones de euros de ayudas, además del coste político que tendría ese paso. En ese sentido destaca que el Gobierno alemán no descarta si eso sucede un escenario en el que se vería obligado a contribuir a la estabilización de Italia y España aceptando una colectivización de la deuda en la zona del euro.
Igualmente asegura que Merkel decidió sostener a Grecia a toda costa ya antes de que viajara a Atenas la troika formada por la Comisión de la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central europeo. Der Spiegel señala además, citando fuentes de Bruselas, que el informe de la troika se retrasará aún más y que no se tomará una decisión sobre el futuro de Grecia hasta principios de noviembre en vez de en octubre.
Asimismo revela que Merkel quiere impedir también un eventual tercer paquete de ayuda para Grecia ante la certeza de que no conseguiría la necesaria mayoría en el Bundestag, el Parlamento germano. En vez de ello, dice Der Spiegel, es partidaria de reordenar el actual programa de ayudas para Atenas aumentando los plazos más inmediatos y reduciendo los posteriores.
Cumbre extraordinaria para contrarrestar un creciente sentimiento antieuropeo
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el primer ministro italiano, Mario Monti, por su parte han propuesto este sábado la celebración en Roma de una Cumbre extraordinaria de la Unión Europea para contrarrestar lo que consideraron un creciente sentimiento antieuropeo. Así lo han manifestado Van Rompuy y Monti a los medios de comunicación tras su encuentro en Cernobbio, al margen de su participación en el Foro Ambrosetti, el evento que reúne al mundo de la economía y que se celebra cada año en esta localidad del norte de Italia.
Durante la reunión, ambos han afrontado el tema de la crisis y las medidas anunciadas por el Banco Central Europeo (BCE) para aliviar la crisis de la deuda soberana, pero Monti también ha lanzado la alarma ante otro peligro que amenaza Europa: "los populismos" y el "antieuropeísmo" que están intentado "disgregarla".
El presidente tecnócrata italiano ha propuesto que sea el Campidoglio de Roma, la sede para esta reunión de Jefes de Estado y de Gobierno, ya que en esta ciudad se firmaron en marzo de 1957 los Tratados de Roma, con los que dio el inicio la unión de Europa. "Sé que no es una reunión en la que se tomarán decisiones técnicas, pero a la larga será igualmente importante para el futuro de Europa", agregó Monti
El presidente del Consejo Europeo ha asegurado que se intentará proponer a los miembros de la UE para su celebración antes de 2014, aunque ha deseado que pueda ser lo antes posible. "La integración de la UE es un problema actual, también relativo a los problemas financieros y sociales (...) por ello he acogido la idea del presidente Monti de celebrar una cumbre especial sobre el futuro de la unidad de Europa", ha dicho Van Rompuy.
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