El proyecto para volver a poner en funcionamiento la planta de Nissan Barcelona cerrada ahora hace un año cobra fuerza ya de forma prácticamente definitiva. El consorcio de empresas liderado por QEV Technologies y B-Tech logró inicialmente la asignación de casi 108 millones de euros de las ayudas del Perte, la tercera de mayor cuantía, pero han sido al final algo más de la mitad, 65 millones, los fondos que recibirá y que en un primer momento ponía en duda la puesta en marcha de reindustrializar las antiguas instalaciones de Nissan.
Pero pese a la reducción de las ayudas que ha podido materializar, el consorcio ha dado a conocer que los 65 millones de euros que van a recibir aseguran la puesta en marcha de los proyectos troncales del plan industrial, enfocado a la producción de vehículos eléctricos en la planta de la Zona Franca donde hasta hace un año Nissan producía coches.
El consejero delegado de QEV, Joan Orús, ha subrayado en un comunicado que "nuestras prioridades y el plan de reindustrialización siguen intactos" y ha agradecido el apoyo por los avales conseguidos.
Tras una negociación a contrarreloj, el 'hub' ha conseguido avales para los proyectos tractores, responsabilidad fundamentalmente de QEV Technologies y B-Tech, por valor de cerca de 48 millones de euros, cantidad a la que habría que sumar otros obtenidos por otras empresas de menor dimensión que participan también en el proyecto.
El 'hub' de electromovilidad destinará los fondos del Perte a los grandes proyectos del consorcio, que considera prioritarios y, en paralelo, buscará inversión privada para respaldar las líneas secundarias, así como explorará otras fuentes alternativas como el programa Moves II o la segunda edición del Perte.
La complicadas negociaciones con la banca para conseguir los avales y la dificultad que supuso el rechazo del Ministerio a aceptar el aval del Institut Català de Finances (ICF), por no contar con ficha bancaria, ha llevado al 'hub' a reajustar su proyecto para requerir menos respaldo financiero.
300 millones de inversión
Así, descartó primero una inversión en una planta de pinturas y, después, otras actuaciones siguiendo criterios tanto financieros como técnicos y de calendario, con lo que los avales que necesitaban pasaron a ser menores, según fuentes del 'hub'.
La inversión inicial del consorcio para reindustrializar la antigua planta de Nissan Barcelona era de 300 millones de euros a realizar en un período de tres años, aunque esta cifra probablemente se reducirá a la vista del reajuste del proyecto.
Pese a estos cambios, el consorcio continúa manteniendo su voluntad de arrancar la nueva actividad industrial en Zona Franca a principios de 2023 y de reincorporar a los antiguos empleados de la multinacional nipona lo antes posible. El proyecto del hub pretende crear unos 7.000 empleos, de los cuales 1.000 directos, cuando arranque su actividad de fabricación de vehículos eléctricos.
Entre las pymes que integran el 'hub' se encuentran Hub Tech Factory, Biofreshtec, Limpieza Nervion, Millor Energy Solutions, Power Electronics España, Relats, Tradia Telecom y Wall Box Chargers, entre otros.
En los próximos días, el Consorci de la Zona Franca debería proceder a la adjudicación del espacio de Nissan al grupo inmologístico Goodman, que ha concurrido al concurso con un acuerdo con el 'hub'. Goodman es el único candidato para adjudicarse la gestión del espacio, realquilándolo a otras empresas. Esta alianza entre el operador logistico y el 'hub' está, en paralelo, ultimando detalles para cerrar el resto de acuerdos de inversión, de origen privado.
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