La histórica visita de dos días del presidente francés, Emmanuel Macron, a su homólogo argelino, Abdelmadjid Tebboune, este fin de semana ha sembrado la semilla para un posible nuevo acuerdo energético entre los dos países. Según ha informado este domingo la cadena de radio francesa Europe 1, la distribuidora Engie, controlada por el Estado francés en un 23%, ya negocia con el Gobierno argelino un posible aumento del 50% del suministro de gas natural de cara a la escasez energética prevista en invierno por la guerra en Ucrania.
Por el momento, según la emisora, se trata de un compromiso verbal de Argel. De hecho, en la alianza sellada con Macron este fin de semana, con la que ambos países se comprometen a reforzar la cooperación económica y energética, no se dieron en público detalles sobre las entregas de gas. Durante el viaje, celebrado 60 años después de la independencia argelina del colonialismo francés, la delegación francesa fue muy discreta con las cuestiones energéticas.
La propia Catherine MacGregor, directora de Engie, estuvo presente en la visita y se reunió con el ministro argelino de Energía y Minas y con el director de Sonatrach, la empresa de hidrocarburos argelina. Según el citado medio galo, fue en este encuentro cuando se planteó el asunto. Ahora, ambos países deberán avanzar en las conversaciones para confirmar el compromiso energético. Este acuerdo ayudaría a Francia para afrontar la escasez energética en invierno ante un posible cierre total del grifo ruso del gas. Hasta ahora, sólo el 8% del gas natural que importa Francia llegaba del país magrebí.
Veto comercial a Sánchez y trato de favor a Draghi
Esta nueva alianza entre Francia y Argelia llega cuatro meses después de que el Ejecutivo de Abdelmadjid Tebboune acordase con el primer ministro italiano, Mario Draghi, un contrato extra de compra de gas y petróleo. Entonces, el jefe del Estado argelino admitió su preferencia por Italia frente al "egoísmo" de España y Marruecos, su rival en el Magreb.
Argel mantiene desde el 8 de junio un bloqueo comercial a España por el apoyo de Sánchez en marzo a la propuesta marroquí de autonomía sobre el Sáhara Occidental. El veto, que no afecta al suministro de gas, impide a las empresas exportar sus bienes y servicios desde España al país norteafricano. De hecho, España perdió en junio 107.600 euros en exportaciones por este motivo.
Lo que hizo el país magrebí el 8 de junio fue suspender el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España. Como consecuencia, ese mismo día, la Asociación Profesional de Bancos y Entidades Financieras (ABEF), patronal de los bancos argelinos, ordenó congelar las domiciliaciones de las operaciones de comercio exterior con España, salvo la del suministro de gas.
El veto, que sigue en pie, consiste en una serie de trabas burocráticas que imposibilitan completar una transacción con Argelia. El suministro del gas a España continúa, pero sin incrementos como el de Italia.
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