Economía

El Gobierno prepara el asalto al Banco de España con Margarita Delgado y Escrivá como puntales

Moncloa aprovechará las cuatro renovaciones pendientes en el Consejo para ganar influencia en la institución. En Génova dan casi por perdida la posibilidad de alcanzar un pacto

El Gobierno consumará el asalto al Banco de España en el verano de 2024. Ante el abismo casi insalvable que separa a PSOE y PP, todos los pronósticos apuntan a que Pedro Sánchez romperá esa regla no escrita vigente desde la Transición, mediante la cual los dos principales partidos políticos se reparten los puestos de gobernador y subgobernador.

La maniobra que cocina ya Moncloa está tan asumida que hasta en Génova dan casi por perdida la posibilidad de alcanzar un pacto. Fuentes de la cúpula popular no esconden su pesar y admiten las enormes dificultades para colar un nombre. Y más después de comprobar, esta misma semana, hasta dónde está dispuesto a llegar el Ejecutivo en su 'colonización' de los centros vitales de poder. El plan de comprar hasta un 10% del capital de Telefónica, valorado en más de 2.000 millones, da idea de las intenciones del gabinete de Sánchez.

El año a punto de arrancar será vital para el futuro del Banco de España. Toca renovar nada menos que cuatro puestos en el Consejo de Gobierno. En torno a la mesa de ese órgano se sientan el gobernador (Pablo Hernández de Cos), la subgobernadora (Margarita Delgado), dos consejeros fijos (el secretario del Tesoro, Carlos Cuerpo; y la vicepresidenta de la CNMV, Montserrat Martínez), más otros seis que son propuestos por los partidos políticos.

Hasta esos cargos siempre han llegado profesionales con sobrada solvencia. Los currículum de Hernández de Cos o Delgado dan fe de ello. Tradicionalmente, con el reparto de los sillones se ha buscado un cierto equilibrio, para salvaguardar la esencia del Banco de España. La describe así un ex alto cargo de la institución: "Independencia y ecuanimidad. Es una cuestión absolutamente crítica para nuestro país".

Esa tradición siempre ha propiciado que el partido en el poder nombre al gobernador; y la principal fuerza de la oposición, al subgobernador. La armonía de fuerzas se completaba con la designación de tres consejeros por parte del Gobierno y dos por la oposición, mientras que el sexto se cedía a la 'cuota catalana'.

El destino propició que Pedro Sánchez haya tenido que lidiar, a su pesar, con un gobernador elegido por Mariano Rajoy. Hernández de Cos ha resultado demasiado incómodo para Moncloa, al cuestionar determinadas acciones del Ejecutivo en materias 'sensibles' como las pensiones, el salario mínimo o el gasto público.

El actual gobernador fue confirmado el 28 de mayo de 2018, sólo tres días antes de la moción de censura contra Rajoy. De hecho, el gobernador juró el cargo el 11 de junio, con Sánchez ya como presidente. Hernández de Cos, un economista de la casa, independiente y con una reputación intachable, ejerció desde entonces como jefe, con Margarita Delgado (designada por el PSOE) como subgobernadora.

Relevo en el Banco de España
La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado.EP

Desde que Sánchez está en el poder, la balanza ha ido inclinándose hacia el lado socialista. Es más, Moncloa no ha ocultado sus intenciones de reforzar su influencia directa en el Consejo de Gobierno. Hay un ejemplo muy evidente: en la última renovación, acometida en febrero de este año, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, propuso a su ex jefa de gabinete como consejera. Judith Arnal ocupa uno de los cuatro sillones más cercanos al PSOE. El resto corresponden a Soledad Núñez (ex directora del Tesoro con José Luis Rodríguez Zapatero), Carles Manera (ex consejero de Economía en Baleares con Francesc Antich) y el economista Luis Servén (propuesto en 2021 por Calviño).

El PP de Alberto Núñez Feijóo sólo cuenta con un consejero, Fernando Fernández, quien llegó al cargo tras el esperpento protagonizado por la propia Génova. Recordemos: los populares habían recomendado al economista Antonio Cabrales, quien dimitió en tiempo récord tras airearse que había firmado un manifiesto de apoyo a Clara Ponsatí tras el 1-O.

Por su parte, el sillón de la 'cuota catalana' está vacío, tras la salida el pasado marzo de la economista Nuria Mas. Este es uno de los cuatro nombramientos que deben producirse en 2024. Está por ver si ERC y Junts -socios de Sánchez en el Parlamento- serán capaces de ponerse de acuerdo para proponer a un candidato. En septiembre también expira el cargo de Soledad Núñez, pero el Gobierno puede elegir entre renovarla por seis años más (máximo permitido) o sustituirla por otro profesional afín.

Sin embargo, la auténtica clave es la elección de los dos puestos de mando. Hernández de Cos cumple su mandato en junio; y Margarita Delgado, en agosto. Al final de la primavera, el Gobierno anunciará su candidato para gobernador. Tiene la opción de desvelar al mismo tiempo la identidad del subgobernador, o bien aguardar hasta la mitad del verano.

Pocas apuestas apuntan en la dirección del consenso. Es decir, hacia un pacto ejemplar como el que PP y PSOE consensuaron en 2012 para hacer gobernador a Luis María Linde y subgobernador a Fernando Restoy, con Rajoy de presidente y Luis de Guindos al frente del Ministerio de Economía.

Favoritos para el Banco de España

Entre los perfiles mejor situados para ocupar la cúpula del Banco de España hay dos mujeres que ya están en nómina: Margarita Delgado y Montserrat Martínez. Sobre todo la primera. Sin ser tan próxima al PSOE como otros consejeros, Delgado cuenta con el respaldo del Ejecutivo. Y parte en la carrera con un punto a favor: la apuesta de Sánchez por Calviño y el BEI obstaculizó su salto a la presidencia del Consejo de Supervisión del BCE, un puesto de gran prestigio internacional.

También suenan con fuerza economistas de la órbita socialista que ya han aparecido en las quinielas para sustituir a Calviño en Economía: David Vegara y José Manuel Campa. Y, por supuesto, Sánchez no descarta la posibilidad de entregar el cargo de gobernador a José Manuel Escrivá. En los círculos económicos es un secreto a voces que los tres prefieren ser gobernador antes que ministro de Economía a secas; es decir, sin la condición de vicepresidenta primera que ostenta Calviño y que probablemente se perderá por el camino cuando se marche al BEI.

El nombramiento de Escrivá como ministro de Transformación Digital, con menores atribuciones que en la anterior etapa (Migraciones y Seguridad Social), fue interpretado desde el principio en algunos círculos económicos como un paréntesis. Una etapa en el banquillo, antes de volver a jugar con nuevos y más elevados galones.

En privado, según fuentes próximas, Escrivá admite que estaría dispuesto a regresar a las filas del Banco de España, donde ya trabajó en la década de los 90. Todas las incógnitas las despejará Sánchez según vaya acercándose el final del mandato de Hernández de Cos, el alto cargo público que más ha irritado al Gobierno de coalición diciendo verdades incómodas.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación
Salir de ver en versión AMP