Asufin, con Patricia Suárez a la cabeza, cumple este verano once años de trabajo en favor de los usuarios financieros. Esta asociación nació en lo más duro de la crisis del 2008 con el único objetivo de dar claridad y ayudar a todos los clientes afectados por los abusos de la banca producidos durante el estallido de la burbuja inmobiliaria.
Entre sus logros, remarca la presidenta, está sobre todo la gran base de datos de sentencias judiciales que pusieron en marcha en sus comienzos. Con más de 7.000 dictámenes han logrado situarse como un 'player' más dentro del mundo financiero-judicial, tomando, por derecho, un lugar entre las asociaciones más importantes del país y de Europa, ya que recientemente, Asufin ha sido seleccionada para formar parte del consejo consultivo de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés).
Este puesto lo han conseguido gracias a labor realizada durante los últimos años, que ha ido tomando fuerza gracias a sentencias tan importantes como las tarjetas 'revolving' o las hipotecas referenciadas en IRPH, los dos últimos grandes escándalos de la banca, en la actualidad. Con varias demandas colectivas en activo, Asufin lucha día a día para hacerse notar aún más en el país. Porque tal y como dice Patricia Suárez, se les "valora más en Europa que en España".
Uno de los grandes problemas con los que se están encontrando los usuarios financieros es con la ambigüedad de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre las hipotecas en IRPH. Muchas audiencias provinciales están dictaminando en contra del clientes. Bajo el punto de vista de Suárez esto se produce porque "se está retorciendo el derecho para ajustarlo a una opinión"
Recusar a jueces de un lado y del otro no me parece ético
"El problema del índice no es que sea legal, es cómo te lo explican y cómo llegas a firmar el contrato. Es importante ver si te han dado toda la información. Pasa lo mismo que con los 'swaps' o las cláusulas suelo", destaca.
Siguiendo con el tema, en las últimas semanas ha salido a la luz como bancos y la "industria litigiosa" han comenzado a recusar a jueces para ganar tiempo o para conseguir cambiar el devenir de las sentencia. En este sentido, la presidenta de Asufin recuerda tanto a Bankia como a Garrigues que en la "actualidad existen suficientes argumentos jurídicos de peso para no enfangar el partido".
"Empezar ahora a recusar jueces tanto de un lado como del otro no me parece ético. Nos estamos yendo de donde está nuestro campo de juego, que son las normas, las leyes, la protección de los consumidores y la normativa sectorial de defensa de usuarios financieros. Meternos ahora a decir si un juez es no es independiente a mi me parece grave", recrimina. "Un juez tiene que ser libre para opinar en una conferencia como ve un determinado tema", añade.
"Yo nunca he echado mano de desprestigiar la labor de los jueces para ganar una sentencia. Nos ha costado más y hemos tenido menos titulares en prensa, pero hay que centrar el debate en lo jurídico y dejarnos de recusaciones y prevaricaciones", explica.
A pesar de estas luchas internas, Suárez se muestra optimista. "Sin duda terminaremos ganando la batalla y el IRPH desaparecerá como índice porque no tiene ningún sentido que existe", enfatiza. Y es que la presidenta de Asufin mantiene que el IRPH tal y como está es manipulable y por eso debería desaparecer, "por mucho que lo supervise el Banco de España".
Coronavirus
En tiempos de pandemia, Asufin no ha parado. De hecho, ha estado muy activa, siempre desde la crítica constructiva, ha señalado las luces y sombras de las medidas tomadas por el Gobierno para paliar los efectos de la covid-19. Patricia Suárez reconoce a este medio que bajo su punto de vista el equipo de Pedro Sánchez podría haber hecho más, porque las ayudas sólo han llegado a los más vulnerables y no a las clases bajas y medias.
Sobre todo, se muestra especialmente crítica con la moratoria hipotecaria, por inentendible y por poco ambiciosa. No piensa lo mismo de la moratoria sectorial, implementada por la banca. Esta la ve como un acierto. "Los bancos han aprendido la lección y ya se han dado cuenta de que no necesitan casas y por eso están llegando a acuerdos con sus clientes antes de empezar una ejecución hipotecaria", subraya.
"Las entidades financieras estrangularon a las familias en la última crisis. Se les dio crédito de manera irresponsable y luego las ahogaron. Encima les echaron la culpa diciendo que vivían por encima de sus posibilidades. Ahí hubo mucho cinismo, no sólo de la banca", recuerda Suárez.
No obstante, señala que la banca ha sabido aprender de sus errores, como con las líneas de avales del Estado ICO. Patricia Suárez señala que les ha sido prácticamente imposible encontrar algún tipo de abuso en la comercialización de estas ayudas. Sí denuncia que hay ocasiones en los que se ha obligado a los usuarios a abrirse una cuenta para posteriormente denegarles el crédito, pero este es el menor de los males, señala.
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