Da empleo a casi 5.000 personas de forma directa y a más del doble de forma indirecta. La planta de Volkswagen Navarra lleva fabricando turismos para la marca alemana desde 1984 cuando inició la producción del Polo, modelo que desde entonces se ha mantenido de forma ininterrumpida en sus cadenas de montaje pero cuya producción cesará en las próximas semanas dejando, a la espera de los nuevos eléctricos, al Taigo y al renovado T-Cross como modelos que sustentarán el futuro a corto plazo de la emblemática planta.
Una historia, la de VW Navarra, que comenzó en 1965 produciendo para Automóviles de Turismo Hispano-Ingleses (AUTHI) y lo hizo hasta 1975, cuando comenzó a producir para las míticas marcas Austin y Morris bajo licencia, siendo probablemente su modelo más emblemático, entonces el popular Mini 1275C.
La crisis económica que sufrió durante esos años terminó por cerrar sus puertas que se reabrieron poro tiempo después gracias a Seat, fabricando allí modelos con licencia Fiat como el 124 y el Panda hasta que en 1984 un cambio de socio llevó a Volkswagen a hacerse cargo comenzado la producción ese mismo año del más emblemático de sus modelos, el Polo, que deja ahora de fabricarse en Navarra aunque seguirá haciéndolo en la planta de Sudáfrica.
Una carrera fructífera, la del Polo, que permitió a la planta convertirse en una de las fábricas más eficientes del grupo en Europa, ampliando su cartera de modelos primero al T-Cross en 2020, al que ahora le llega la puesta al día y, hace dos años, al Taigo.
Y con ocasión del lanzamiento del nuevo T-Cross hemos podido visitar esta emblemática planta navarra, un pilar en la economía de la región, y descubrir algunos de sus secretos que le han valido situarse como una de las mejores fábricas por productividad de las más de 30 que la multinacional tiene en Europa.
Con 4.600 trabajadores en la actualidad y cerca de 12.000 empleos indirectos, de la cadena de montaje sale un coche cada 54,6 segundos y tarda unas 14 horas en producir un modelo, lo que supone que cada trabajador produce de media 70 coches al año. Todo ello con 501 proveedores diferentes, siendo 100 de ellos españoles.
Nuevo T-Cross en el adiós al Polo
Ahora, con el Polo a punto de dejar de ser producido en Navarra, la planta se centra a la espera de los eléctricos en el renovado T-Cross, un segmento que no ha dejado de crecer desde hace más de una década.
En solo 10 años, las ventas de modelos con carrocería SUV en nuestro mercado se han multiplicado por cuatro, de las 142.000 unidades que se matricularon en 2013 a más de 560.000 el pasado año. Por ello, el nuevo T-Cross es especialmente relevante para nuestro país, ya que se produce en exclusiva para toda Europa.
Un mercado, el de los SUV que afianzan el futuro de la planta de Volkswagen Navarra, que fabricará dos nuevos modelos de este segmento 100% eléctricos a partir de 2025, para lo que se está trabajando en la ampliación de la fábrica que implica una nueva ubicación de las vías de tren.
Hasta entonces, el T-Cross será el modelo de mayor producción en la fábrica, del que desde su lanzamiento en 2018, se han fabricado 718.220 unidades que se exportan a más de 45 países, siendo Alemania el mayor mercado receptor, con un 20,2% de las exportaciones.
El nuevo T-Cross presenta un diseño renovado, tanto en el exterior, como en el interior. En el exterior destacan el nuevo frontal y las mejoras en el sistema de iluminación con tecnología IQ. Light, faros LED Matrix y la incorporación de proyección de luz de los espejos retrovisores. En cuanto a la parte trasera de nuevo diseño, incluye una línea iluminada en el portón trasero que une los nuevos faros con diseño 3D en forma de X.
En el interior se ha mejorado la calidad interior con materiales más blandos y texturas más suaves y viene cargado de más tecnología. Puede incorporar control por voz, un Digital Cockpit de serie de 8 o 10,25 pulgadas y una nueva pantalla central de 8 pulgadas con opción de 9,2 y App Connect de serie.
En cuanto a asistentes a la conducción ofrece el Travel Assist 1.0 con sistema de guiado longitudinal y transversal, asistente de aparcamiento, Front Assist y Lane Assist de serie, detector de ángulo muerto, cámara de visión trasera y ACC.
La gama de motores cuenta con tres eficientes propulsores de gasolina, pero sin ningún tipo de hibridación, 1.0 TSI de 95 o 115 CV y un 1.5 TSI de 150 CV, todos ellos, por tanto, con etiqueta C de la DGT.
Con sus 4,13 metros de longitud, es amplio por dentro y ofrece una gran versatilidad gracias a la banqueta trasera deslizable en 14 centímetros. El maletero, amplio también, varía por ello en su capacidad entre 385 y 466 litros.
Otra de las mejoras del T-Cross es el aumento de la carga vertical máxima que aumenta de 55 a 75 kilos. Con estos 20 kilos adicionales, se incrementa el peso máximo que puede ir sobre el enganche para remolque desmontable (opcional), pudiendo llevar ahora bicicletas eléctricas.
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