Los autónomos creen que las ayudas directas anunciadas por el Gobierno, cifradas en 7.000 millones de euros, tendrán poca transcendencia para estos empresarios. Aunque las inyecciones monetarias fueron anunciadas por el Ejecutivo el pasado mes de marzo para paliar los daños de la pandemia, pymes y autónomos se preparan ahora para recibir las primeras, puesto que al ser canalizadas por las comunidades autónomas "se ha dilatado el proceso".
"Tengo constancia de la poca trascendencia que han tenido", apunta José Luis Perea, secretario general de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), en conversación con Vozpópuli. Según los datos que maneja este organismo, solo 2 de cada 10 autónomos se van a beneficiar finalmente de las ayudas, lo que se traduce en cerca de 300.000 beneficiarios.
Las líneas de ayudas anunciadas están compuestas de dos compartimentos. El primero, uno de 5.000 millones, que se destinará al conjunto de comunidades autónomas. El segundo, de 2.000 millones, será para Canarias y Baleares, por tratarse de los territorios más castigados por la pandemia por la caída del turismo. El plazo de concesión de las ayudas es hasta el 31 de diciembre de este año y se reparten por comunidades según una serie de criterios: dos tercios dependen de la caída del PIB en 2020, moderado en función de la prosperidad relativa de cada autonomía; algo más de un 20% se distribuye en función de la tasa de desempleo y una novena parte según el paro juvenil.
No obstante, distintas voces apuntan ya a que algunas de ellas podrían quedar desiertas. "Fundamentalmente por trámites burocráticos, y por la necesidad de presentar un justificante de deuda a 31 de mayo", insiste Perea, que explica que la medida "penaliza a quienes hayan pagado a tiempo". En Andalucía, citan desde ATA como ejemplo, solo 30.000 autónomos han solicitado la ayuda.
Los autónomos se agarran al cese de actividad
Desde Hostelería de España, la patronal que representa a los bares y restaurantes españoles, defienden una tesis parecida. "El formato elegido ha sido farragoso y burocrático, para que al final acabe sobrando dinero", dispara Emilio Gallego, secretario general de la patronal.
"A nosotros desde el minuto uno nos hubiera gustado un modelo similar al francés, en el que a las empresas se les calibraba la ayuda en base al número de empleos que albergaban y se entregaban ayudas por trabajador. Con esta rigidez, no nos extrañaría que quedaran desiertas", sentencia.
Por eso, desde ATA insisten en que es esencial que, además de los ERTE, también se prorroguen las ayudas por cese de actividad a autónomos. Como apunta la patronal, en agosto más de 200.000 autónomos se encontraban en esta situación, 8.000 más que en julio.
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