Economía

La Autoridad Bancaria alerta de un descenso de la rentabilidad de las entidades europeas

La banca española sale fortalecida en el primer informe del año de la EBA, aunque es algo menos solvente que la italiana, la francesa y la alemana

No ha sido el mejor trimestre de los últimos ejercicios (ni mucho menos el peor), pero la banca europea mantiene sus fortalezas más o menos intactas a cierre del pasado mes de marzo. El primer informe del año de la European Banking Authority recoge ya los primeros impactos de la invasión de Ucrania por parte de las tropas rusas en la actividad económica internacional.

En su mapa de riesgos, cinco de los nueve indicadores que analiza la EBA se mantienen con signo positivo; en otros dos, el pronóstico es reservado, con dudas sobre los niveles de capital de máxima calidad, y en otros dos sus conclusiones no dejan lugar a dudas: la rentabilidad del sector, medida en relación con sus recursos propios, ha disminuido en los tres primeros meses del año y el grado de eficiencia (cuánto tiene que gastar una entidad para ingresar 100 euros) se mantiene inalterado por encima del 60%, porcentaje del que no baja desde el año 2015.

Uno de los resultados más sorprendentes de este panel de riesgos que la EBA realiza analizando la evolución de los indicadores de riesgo entre una muestra de bancos de los países de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo es que los mejores datos en muchos de los epígrafes se registran en los países bálticos (Letonia, Estonia y Lituania) y en aquellos que más recientemente se han incorporado a la UE, como Eslovenia, Rumanía o Croacia.

España mantiene una posición cómoda, mucho más confortable que la banca de las principales economías de la región, aunque ocupa las últimas posiciones de la clasificación en las “ratios” de capital. Las entidades alemanas, francesas e italianas están muy mal situadas en los análisis comparativos de rentabilidad (tanto sobre recursos propios como sobre activos), eficiencia y margen de intereses.

Según la EBA, la ratio de capital CET 1 “fully loaded” ha disminuido del 15,5% con el que cerró el pasado año al 15%. La razón no es otra que la variación del denominador de la relación: los activos ponderados por riesgos, que han aumentado en más de 761.000 millones de euros, un 9%, en los últimos doce meses. Según los datos del informe, en marzo de este año, los activos ponderados por riesgo ascendieron a 9,246 billones de euros, frente a los 8,484 billones de marzo del 2021.

El riesgo de los bancos alemanes

Casi la práctica totalidad de este incremento es imputable a la banca alemana. Sus activos con riesgo (RWA por sus siglas en inglés) han crecido en el último año móvil casi un 88%, pasando de 721.700 millones a 1,355 billones de euros. El resto corresponde a la francesa, toda vez que el dato ha permanecido invariado en España e Italia.

La forma de determinar qué activos tienen o no riesgo no es uniforme para el conjunto de la UE. Basta decir que la banca española tiene más que la alemana, a pesar de este incremento, y que la banca francesa asciende a la suma de ambas.

El 56,2% de la banca europea tiene una ratio de capital por encima del 14%, cuando en el mismo trimestre del pasado año ascendía al 63,1%; en el 43,6% de las entidades, el nivel de capital está entre el 11 y el 14%, y en sólo el 0,2% por debajo del 11%.

En esta comparación la banca española sale muy perjudicada en relación con el resto de países. Ocupa el penúltimo escalón en la clasificación (13%), solo superada por Grecia (11,5%). Italia está dos lugares por encima de España y Alemania y Francia se sitúan en la media de la región.

Incertidumbre geopolítica

La rentabilidad ha sido el otro epígrafe que más se ha resentido de la actual situación de incertidumbre geopolítica y económica. El ROE, la rentabilidad medida en relación con los recursos propios, ha decendido del 7,3% en el último trimestre de 2021 al 6,6% en marzo. España ocupa el úndécimo lugar, con una cifra del 11%, en una clasificación que encabezan Eslovenia (34,5%), Grecia y Rumania, con Italia (6%), Francia (5%) y Alemania (4%) en la parte baja de la tabla.

Otro detalle que no ha pasado desapercibido a la EBA es el grado de eficiencia de la banca que sigue anclado por encima del 60%. La media de la banca europea es del 63,2%, aunque la banca española necesita solo gastar 48 euros para ingresar 100. El ránking está encabezado por Grecia, Suecia y Polonia, con Italia en la media europea. Francia es cuarta por la cola (72%) y Alemania, antepenúltima.

En cuanto al margen de intereses, el primer renglón de la cuenta de resultados de una entidad bancaria, España ocupa la sexta posición con un nivel superior al 2% (la media es del 1,25%), en una clasificación que lidera Polonia, escoltada por Hungría y Rumanía, todos por encima del 3%. Alemania y Francia ocupan dos de los tres últimos lugares, por debajo del 1%.

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