Economía

Pagar por usar las autovías no es habitual en Europa, pese a lo que diga el Gobierno

El Gobierno está buscando una manera de cobrar a los conductores por utilizar las autovías tras acordar hacerlo con Bruselas a cambio de las ayudas europeas. Cobra fuerza la posibilidad

El Gobierno está buscando una manera de cobrar a los conductores por utilizar las autovías tras acordar hacerlo con Bruselas a cambio de las ayudas europeas. Cobra fuerza la posibilidad de implantar un sistema de viñeta, que consiste en el pago de un abono temporal de uso ilimitado, similar al del transporte público. El plan es activar este sistema a finales de 2023 para después, en 2025, pasar a una fórmula de pago por uso.

Los argumentos del Gobierno para implantar sendos modelos son tres. El primero, que el déficit del mantenimiento de las carreteras y autovías es inasumible. La previsión del Gobierno estima que a finales de este año, este ascenderá por encima de los 8.000 millones de euros, cifra agraviada año tras año por el fin de las concesiones de las autopistas de peaje.

El segundo motivo es que España concentra, según el propio ejecutivo, el 73,5% de las vías gratuitas que existen en Europa y por ellas pasan 100.000 usuarios extranjeros diarios. En tercer lugar, que es lo que vamos a analizar aquí, es que tal y como dijo José Luis Ábalos, exministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, "es habitual" el pago por uso de las autovías en el resto de países de la Unión Europea. Su sucesora, Raquel Sánchez, llegó a afirmar que "de los 27 Estados Miembro, 24 ya tienen implantado este sistema", en referencia al pago por uso.

Pagar por usar las autovías no es una práctica habitual en Europa
La nueva ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez Jiménez.

La primera sentencia habría que cogerla con alfileres, mientras que la segunda es falsa: de los 27 países que conforman la Unión Europea, siete tienen un sistema de carreteras y autovías totalmente gratuito, aunque ninguno forma parte de nuestro entorno más cercano. Estos son Chipre, Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Luxemburgo y Malta. Otros, como Alemania, Países Bajos, Suecia o Bélgica, sí poseen peajes, aunque estos son puntuales o no afectan a los turismos.

Países con viñeta

Este es el sistema que planea activar el Gobierno durante un periodo de transición hasta que se pueda implantar el pago por uso. Consiste en pagar una cifra cerrada por un tiempo limitado, ya sea anual, mensual o semanal. Es una fórmula extendida en Centroeuropa: siete países de la Unión Europea la utilizan.

La afirmación de Raquel Sánchez que dice que "24 de los 27 Países Miembro ya tienen implementado este sistema" es falsa.

El precio de la viñeta en España todavía es desconocido, pero analizando los países que sí la utilizan, podemos hacernos una idea. Los países más caros son Hungría (129 euros), Eslovenia (110 euros) y Austria (92,50 euros), mientras que República Checa (59 euros), Eslovaquia (50 euros), Bulgaria (49,54 euros) y Rumanía (28 euros anuales) son más baratos. Fuera del entorno comunitario, en Suiza también está implantada y cuesta 40 euros anuales, ya seas local o llegues de visita.

Con peajes, pero muy excepcionales

Aquí reunimos a los países que cuentan con peajes pero de manera excepcional. Las carreteras son gratuitas y se financian a través de los presupuestos del estado, aunque sí cuentan con algunos puntos concretos de pago.

En Dinamarca no hay peajes salvo en dos puntos concretos. Las carreteras se mantienen con los Presupuestos Generales del país. Por su parte, en Países Bajos, la red de carreteras es gratuita para todos, salvo un túnel y un tramo de autovía, que serán gratuitos una vez expire la concesión. En Suecia tan solo existe un peaje, en el puente de Öresund. Por tanto no es ni mucho menos habitual que los ciudadanos paguen por conducir en autovía.

Entre los países de la Unión Europea, siete no poseen ningún tipo de peaje y en otros cinco estos no afectan al ciudadano

Tampoco lo es en Alemania y Bélgica, dos países en los que el mantenimiento de las carreteras no requiere un impuesto o tarifa especial. En el país germano no hay un solo peaje, mientras que los belgas solo poseen uno en su territorio, un túnel cerca de Amberes. Los que sí pagan son los vehículos pesados con una masa superior a 7,5 toneladas, debido a que son los que más tiempo pasan en la carretera y por su peso, los que más degradan el asfalto. En definitiva, aquí pagar es algo muy excepcional.

Peaje tradicional en algunas o todas las autovías

Otro modelo que existe en Europa es el del peaje tradicional, el mismo que ahora funciona en España. La diferencia es que aquí hay muchas menos carreteras que exigen un pago, dado que en algunos territorios, viajar por autovía equivale a pasar por una o varias vías de este tipo.

Las fórmulas de pago son ya conocidas: precio cerrado, para un tramo concreto y tarifas abiertas, que varían en función de la salida que se utilice. También hay sistemas más optimizados, como los que existen en Portugal o Irlanda. Ahí se capta la matrícula mediante una cámara y se cobra, en función de la distancia recorrida, a través de una cuenta bancaria previamente asignada.

El fin de los peajes provocará un agujero de 478 millones en las arcas del Estado
Puesto de peaje tradicional.Europa Press

El sistema de peaje tradicional está implantado en la mayoría de autovías de Francia, Grecia, Irlanda, Italia y Portugal. El caso de Polonia es aún más radical, ya que todas sus carreteras de alta capacidad son de peaje.

Si tenemos en cuenta toda esta información, observamos que es tan habitual cobrar por usar la mayoría de vías como no hacerlo. No existe una tendencia en la Unión Europea, dado que prácticamente la mitad de los países miembros (13 de 27, si incluimos el nuestro) no exigen un desembolso adicional para utilizar las autovías.

Una falsa afirmación en busca de paliar una medida impopular

El Real Automóvil Club de España (RACE) ha demostrado a través de una encuesta que esta medida es muy impopular. Tan solo un 21,3% se mostró de acuerdo con pagar a la hora de realizar desplazamientos en coche de forma habitual, mientras que un 73,7% mostró su rechazo a esta medida. Esto puede derivar en una mayor accidentalidad, ya que el 53% de los encuestados aseguró que escogería la opción de conducir por vías secundarias con tal de no pagar. Estas son, precisamente, las más peligrosas de nuestra red de carreteras: el 71% de los accidentes con fallecidos en España durante el pasado verano se produjeron en ellas.

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