El Gobierno dotará de una partida adicional de 240 millones de euros al plan que contempla el desarrollo de las redes de electricidad hasta 2020, principalmente por el incremento de las instalaciones de generación a partir de fuentes renovables y además por el crecimiento experimentado por los trazados de alta velocidad que están construyendo actualmente en España, algunos de los cuales se pondrán en servicio antes de la citada fecha.
El Ejecutivo se ha visto así obligado a revisar el denominado Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2015-2020, que fue aprobado a finales de 2015, poco antes de celebrarse las elecciones generales, por el Gobierno que entonces lideraba Mariano Rajoy. Este programa, destinado principalmente a asegurar el suministro con criterios medioambientales y de eficiencia económica, contaba con unas inversiones previstas de unos 4.550 millones de euros, de los que una pequeña parte se financia con fondos europeos de cohesión.
Aunque ha sido el nuevo Ministerio para la Transición Ecológica el encargado de acordar la revisión del plan, ya el anterior Ejecutivo había iniciado los trámites contemplados para llevar a cabo las pertinentes modificaciones, entre los que se encuentra la petición del preceptivo informe a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el periodo de consultas a las Comunidades Autónomas.
La revisión ha cobrado si cabe más sentido por la fijación por parte de las autoridades comunitarias de los nuevos objetivos sobre energías renovables, más ambiciosos que los anteriores (al pasar del 30% al 32% para 2030) y que obligará a acelerar los planes para la instalación de plantas de generación con fuentes renovables en el futuro.
Una avería irreversible
También se da la circunstancia de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez seguirá adelante con las inversiones previstas por el anterior Gobierno en materia de infraestructuras, entre las que se encuentra una muy destacada partida para seguir desarrollando la red de alta velocidad ferroviaria. De este modo, la seguridad del suministro necesitará contar con reforzados pilares, dado que la demanda de energía se incrementará de forma sustancial cuando los tramos que se ultiman en estos momentos (en especial, el AVE a Galicia) se pongan en servicio.
La medida del Ministerio de Transición Ecológica, aprobada por el consejo de ministros, también tiene en cuenta la necesidad de un nuevo enlace entre las islas de Mallorca y Menorca, adicional al que actualmente se encuentra en fase de tramitación, toda vez que no será posible la reparación del ya existente, cuya avería, producida a finales de 2017, ha sido declarada como irreversible.
Todas estas circunstancias se adaptan a las exigencias acordadas en su día para la revisión del plan, que contemplan la aparición de hechos imprevistos, de nuevos suministros o simplemente motivos relacionados con la eficiencia económica del sistema.
En busca de rebajar el recibo
En este sentido, el refuerzo de las infraestructuras para la evacuación de nuevas instalaciones de generación a partir de renovables (comienzan a desarrollarse las relacionadas con las subastas que llevó a cabo el anterior Gobierno, superiores en conjunto a 8.000 megawatios) no supondrán costes para el sistema al tratarse de ampliaciones de subestaciones ya existentes.
Los motivos de índole de eficiencia económica se justifican por el hecho de que el desarrollo de estas tecnologías debería redundar en la moderación de los precios de la electricidad, justamente cuando 2018 lleva camino de ser el año con el coste más caro en las últimas dos décadas.
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