Economía

Las ayudas contra la inflación costarán 1.000 millones más de lo previsto este año

La prórroga de las rebajas fiscales en los alimentos y la bonificación total del aceite de oliva llevarán el coste total de las medidas hasta los 5.300 millones este año

Las ayudas para paliar los efectos de la inflación costarán este año 1.000 millones de euros más de lo previsto. Finalmente serán más de 5.000 millones, después de que el Gobierno decidiera prorrogar en junio las rebajas fiscales en los alimentos y aprobar la bonificación total del aceite de oliva.

Los cálculos, realizados por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) arrojan un coste del 0,3% del Producto Interior Bruto (PIB), una décima más de lo previsto. Se suma al acumulado en años anteriores, desde que se inició la crisis inflacionista en 2021 por la subida de los precios energéticos y el Gobierno tomó medidas.

Este coste, que ha sido calificado por distintos organismos económicos como cuantioso y desfocalizado de los más vulnerables, llega en un momento clave para las finanzas públicas por la entrada en vigor de las nuevas reglas fiscales en 2025. Este miércoles la AIReF alertó de que el gasto está creciendo en todas las AAPP por encima de la tasa de referencia.

La AIReF calcula que las rebajas del IVA en alimentos acarreará una reducción de ingresos de 1.900 millones de euros este año (frente a los 1.100 millones que se estimaban inicialmente), que se suma a la 'pérdida' que supuso la bonificación de la electricidad y el gas en los primeros meses (1.300 millones y 40 millones, respectivamente).

Del lado de los gastos también hay algunas variaciones, aunque de menor dimensión. Las ayudas a particulares costarán finalmente 1.600 millones de euros; las ayudas sectoriales, 380 millones; y la bonificación de los carburantes, que finalizó en 2023 para los particulares pero continúa para los profesionales del transporte, sumará otros 112 millones.

Entre las medidas que elevan el gasto se encuentran la prórroga de las dirigidas a incentivar el transporte público por parte de los jóvenes para los viajes realizados en el verano de 2024, que ascienden a 70 millones; y una transferencia a CCAA dirigida a trasformar la flota de transporte de viajeros y mercancías por carretera, por un importe de 50 millones.

La inflación se enquista por los servicios

Pese a la prórroga o adoptación de todas estas medidas para luchar contra la inflación, ésta sigue haciendo mella en el bolsillo de los hogares. En junio España ha sido el segundo país de la eurozona con la tasa más alta (3,6%), sólo por detrás de Bélgica. La media de la eurozona está más de un punto por debajo, en el 2,5%.

Los precios energéticos han dado una tregua, pero "los servicios y algunos alimentos muestran fuerte resistencia a la baja, de manera que la trayectoria descendente de la inflación parece haber tocado un suelo en España, en niveles superiores a los de los países del área del euro", señala la AIReF en su informe de ejecución presupuestaria de 2024.

De media el sector servicios (hoteles, restaurantes, aerolíneas, etc.) ha subido un 10% los precios respecto al año pasado. La subida acumulada de los últimos años alcanza ya el 30%. La mayor inflación se localiza en los paquetes turísticos, un 22% más caros este junio que el anterior, cuando a su vez ya habían subido un 17% respecto a 2022.

La inflación de los servicios a nivel europeo también se mantuvo alta, en el 4,1% interanual, lo que no indica signos de relajación en lo que va de año. Esto complica la decisión del Banco Central Europeo (BCE), que se reúne este jueves para decidir si continúa bajando los tipos de interés o espera a septiembre.

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