El contrato para urbanizar la zona del madrileño distrito de Tetuán en torno al Paseo de la Dirección, una de los barrios de Madrid cercano al complejo empresarial de las Cuatro Torres, va camino de enfrentar al Ayuntamiento de la capital con Dragados, la principal constructora de ACS. Ambas partes negocian la rescisión de la concesión adjudicada hace nueve años al grupo presidido por Florentino Pérez pero el acuerdo se antoja complicado debido a las exigencias que está planteando la compañía sobre las indemnizaciones a percibir. La ruptura del contrato se da por segura pero cada vez es más probable que el escenario sea el de los tribunales.
La concesión fue otorgada a Dragados en 2007 por 176 millones de euros a cambio de los cuales la empresa recibiría suelo residencial para desarrollar vivienda libre en la zona. Sin embargo, el estallido de la crisis y la fuerte caída del sector inmobiliario motivaron que la constructora se negara a seguir adelante con las obras si no había un nuevo planteamiento. Tras años de negociaciones con el Consistorio madrileño, gobernado por entonces por el Partido Popular con mayoría absoluta, Dragados consiguió que se firmara un nuevo convenio, que básicamente modificaba la compensación que recibiría, que pasaría a ser una mayor superficie de suelo y, además, para promover vivienda protegida en lugar de libre.
La compañía reclama una compensación equivalente a la parte restante hasta los 176 millones que contemplaba el contrato, para lo cual quiere disponer del suelo contemplado para la construcción de cuatro torres en la zona
Este convenio fue firmado poco antes de las elecciones municipales y autonómicas, cuyos resultados provocaron que el Ayuntamiento de Madrid cambiara de manos y el bastón de mando fuera a parar a Ahora Madrid. La nueva corporación municipal, liderada por Manuela Carmena, dio a Dragados un plazo de 18 meses para finalizar los trabajos comprometidos, un periodo de tiempo que, desde el primer momento, se antojaba insuficiente.
Este nuevo escenario dio paso a la posibilidad de rescindir el contrato y que el Ayuntamiento se encargara de finalizar los trabajos que quedaran pendientes. Dragados está por la labor pero no a cualquier precio. De acuerdo con las auditorías realizadas por el Consistorio, la inversión llevada a cabo hasta ahora en la zona se cuantifica en unos 120 millones de euros. La compañía reclama una compensación equivalente a la parte restante hasta los 176 millones que contemplaba el contrato, para lo cual quiere disponer del suelo contemplado para la construcción de cuatro torres en la zona, además de edificabilidad adicional.
Una junta determinante
Algo a lo que no está dispuesto el Ayuntamiento, que quiere dejar atrás la relación con Dragados pero no olvida que deberá dar explicaciones a la ciudadanía. La compañía no está dispuesta a ceder en sus pretensiones. O se aceptan sus exigencias o está dispuesto a que la rescisión del contrato se dirima en los tribunales.
De hecho, fuentes conocedoras de la situación señalan que Dragados ha acelerado las obras del segundo edificio de realojo para los vecinos expropiados, que ha levantado en tiempo prácticamente récord (apenas 10 meses), con el fin de tener todo listo para la rescisión. El anterior convenio fue firmado en condiciones netamente ventajosas para la empresa, un elemento con el que ahora deberá lidiar Ahora Madrid.
El próximo día 19 de septiembre se celebrará un pleno extraordinario en la junta de distrito de Tetuán en el que se abordará la situación de este contrato. Estaba previsto que, para entonces, el contrato de rescisión estuviera prácticamente cerrado y, de hecho, pudiera anunciarse en la reunión. Sin embargo, en los últimos días Dragados ha radicalizado su postura. A fin de cuentas, tiene poco que perder en la vía judicial.
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