La crisis económica hace estragos, pero no en todos los ayuntamientos y diputaciones: Las diputaciones de Valencia y Ciudad Real han cerrado el ejercicio de 2011 con 42,9 millones de euros y más de 8 millones de superávit, respectivamente. Alcorcón ha anunciado, tras liquidar su prespuesto de 2011, un saldo positivo de 7,3 millones de euros; Logroño ha cerrado el año pasado con un excedente de 4,7 millones y el consistorio bilbaino, dirigido por Iñaki Azkuna (PNV), tiene en su caja un remantente de Tesorería de 25,7 millones de euros. De los cuales 18,7 millones están comprometidos en las obras de remodelación de los muelles de la ría y 6,9 millones van destinados a gastos generales. Vozpópuli ha hablado con sus responsables para conocer sus recetas: reducción de gastos en algunas partidas (publicidad, protocolo, material de oficina, trabajos y estudios externos, etc.), estructuras más eficaces y ajustar los gastos a los ingresos reales. También les hemos preguntado por el uso de ese excedente: un Plan de Empleo de 8 millones de euros en el caso de la Diputación de Ciudad Real o una serie inversiones públicas por valor de 15 millones en el caso de la de Valencia.
El punto de partida
Otro factor importante es la situación de partida: El Partido Popular accedió tras las municipales de 2011 a la alcaldía de Alcorcón (168.523 habitantes) cambió de gobierno en las pasadas elecciones del 22 de mayo de 2011 accediendo a la alcaldía el Partido Popular. Fuentes del Consistorio hablan de cierto desbarajuste en los números, y ponen como ejemplo la liquidación de las cuentas de 2010 (el último ejercicio completo bajo la coalición PSOE-IU) tuvo lugar en junio de 2011. Por contra, desde el PSOE su portavoz económico en el Ayuntamiento, Manuel Lumbreras, aduce que Alcorcón ya tuvo un superávit de más de 22 millones de euros hace tres años, y que, a 30 de junio, ya se contaba con un saldo positivo de 6,4 millones de euros. En Logroño (152.641 habitantes) la situación es similar, ya que el presupuesto para 2011 fue modificado a mitad de ejercicio con el nuevo equipo de gobierno del PP. Se logró un saldo positivo de 4,7 millones de euros frente al proyecto inicial - del anterior alcalde socialista- que presupuestaba 152 millones para todo el año pasado, con una previsión de déficit de 1,6 millones. Algo que para los nuevos responsables municipales demuestra lo ajustado de estas cuentas frente a lo realmente liquidado. Sin embargo, el Consistorio logroñés tiene una deuda de 72,3 millones de euros que representa casi el 60% de los ingresos - el límite legal es del 75% del techo de gasto- pero a cuya cuantía final suman los 12 millones que se deben de devolver al Estado. También recuerdan que en Tesorería tienen a 31 de diciembre 14,8 millones de euros.
Las diputaciones de Valencia y la de Ciudad Real, sin embargo, no han sufrido ningún cambio de color politico: Los comicios del 22 de mayo de 2011 confirmaron como sus presidentes a Alfonso Rus (PP) y Nemesio de Lara (PSOE), respectivamente. En palabras del vicepresidente segundo de la Diputación de Valencia, Máximo Caturla, este superávit "no es atribuible a un año de esfuerzo sino al resúmen de cuatro años de trabajo adelantándose a una previsión de crisis económica, que el gobierno anterior del Partido Socialista no quiso ver ni en 2008 ni 2009". Una labor bajo una única máxima, en palabras de Caturla, "tanto tengo tanto gasto". La Diputación de Ciudad Real, gobernada desde 1999 por el socialista Nemesio de Lara, ha cerrado 2011 con un superávit superior a 8 millones de euros y con una deuda de cero euros al cierre del año pasado. Esta situación envidiable ha permitido a la Diputación, según datos recogidos en su web, mantener la dotación de 8 millones para el Plan de Empleo de la provincia.
Tijeretazo a lo superfluo
Partidas como o Publicidad, material de oficina, prensa, trabajos técnicos ajenos Protocolo han sufrido un fuerte recorte, y las estructuras municipales han adelgazado enormemente: Tal es el caso del consistorio bilbaíno donde el presupuesto dedicado a publicidad se ha reducido un 36% entre 2008 y 2011, de 2,8 millones de euros a los 1,7 millones durente este último ejercicio. Algo similar ha sucedido en Alcorcón, donde el gasto en Publicidad ha caído en un 80%, aunque no ha sido el único cambio: se ha pasado de las 27 direcciones generales de la anterior legislatura a las 9 direcciones actuales, se ha eliminado la figura del coordinador general que tenía un salario de más de 87.000 euros anuales y el personal de confianza no supera las 40 personas. En Bilbao han quedado afectadas otras partidas presupuestarias como la de material de oficina, que ha bajado de los 524.000 euros de hace cuatro años a los 196.000 euros de 2011. En la Diputación de Valencia uno de los mayores ahorros en la última legislatura se ha producido en personal; cuyo gasto apenas abarca el 17% de los 366 millones de euros del presupuesto, según informa Máximo Caturla. La institución cuenta en la actualidad con 1.200 trabajadores tras una reducción de 300 como consecuencia de la asunción plena por parte de la Generalitat de competencias compartidas.
A qué dedicar el 'superávit'
El superávit obtenido por estas administraciones tendrá diversos destinos: un Plan de Empleo, inversiones públicas en rehabilitación de infraestructuras locales o eficiencia energética y otras actuaciones sociales o de mantenimiento. La Diputación de Ciudad Real, por ejemplo, destinará 8 millones de euros (prácticamente todo el superávit obtenido) a un Plan de Empleo dirigido a los 58.648 parados de la provincia. Según datos recogidos en su web, el salario subvencionado alcanzaría con prorrateos de pagas extra unos 765 euros al mes. Los dos tercios de esta prestación se podrán aplicar a los costes de contratación (salarios y seguridad social) y lo restante a formación. Los ayuntamientos tendrán total libertad para su gestión, aunque deberán de justificarlo debidamente para cobrar la totalidad de la ayuda. El consistorio bilbaino, según declaraciones de Iñaki Azkuna a la prensa local, del remanente disponible acumulado en 2011 (18,7 millones de euros) están ya comprometidos en obras como la rehabilitación de los muelles de la ría. Los restantes 6,9 millones de la hucha quedarían para "imprevistos o situaciones de emergencia". Respecto a los 42,9 millones de euros de superávit de la Diputación de Valencia, más de 31 millones irán destinados a una serie de medidas: Un plan de eficiencia energética para instalaciones municipales (5 millones de euros), otro para el alumbrado público de calles y viales (5 millones); un plan de mejora de infraestructuras locales (5 millones), para la reforma de pasos de peatones (5 millones) y otro para la compra de material deportivo (1 millón).
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