PSOE y Sumar acordaron un Gobierno para que “España siga avanzando”. Aunque su pacto recupera medidas de hace 10 años. Como es el caso de la vuelta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), un organismo que se integró en 2013 en la actual Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC). La idea de trocear al actual organismo regulador enciende las alarmas del sector y vuelve a poner en primera línea a Mariano Bacigalupo, exconsejero de la CNMC y marido de la ministra Teresa Ribera.
Los detractores del plan de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz consideran que un organismo de este estilo permitiría al Gobierno influir a la hora de regular a las energéticas y politizar esta tarea, con candidatos como Bacigalupo para poder realizar esta tarea. Por otro lado, existe otra corriente de opinión en el sector energético y en la CNMC que ven con buenos ojos volver al modelo anterior con reguladores como la CNE.
El propio Mariano Bacigalupo es uno de los que defiende públicamente esta opción. El actual consejero de la CNMV, tras cinco años en la CNMC, conoce bien ese organismo ya que entre 2006 y 2011 fue director del Servicio Jurídico y vicesecretario del Consejo de la CNE, con una etapa final como secretario del Consejo de la CNE un año antes de que el actual ‘superregulador’. La CNE se juntó con la Comisión Nacional de la Competencia, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, la Comisión Nacional del Sector Postal, el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales y el Comité de Regulación Ferroviaria y Aeroportuaria para formar la CNMC.
“A la hora de enjuiciar los distintos modelos conviene no perder de vista al menos un par de elementos”, expone el marido de la ministra en su cuenta personal de Linkedin un día después de conocerse el acuerdo entre Sumar y PSOE.
“No toda autoridad integrada lo es real o materialmente (en ocasiones se trata más bien de una agregación o yuxtaposición de autoridades diferenciadas); los modelos integrados con “sesgo hegemónico” de cualquiera de los ámbitos integrados propenden a desdibujar y debilitar las áreas “minorizadas” y, por ello, no suelen dar muy buenos resultados”, expone.
“¿Qué dato aporta la realidad institucional comparada? En la Unión Europea 3 de 27 estados miembros han optado por autoridades integradas de regulación y competencia”, zanja en su publicación que hace referencia a una publicación de El Periódico de la Energía que se ilustra con una foto de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.
Bacigalupo, un hombre del presidente
Desde el sector energético y las personas cercanas a la CNMV ven “normal” esta opinión, ya que se considera una persona clave del círculo de confianza del propio Pedro Sánchez en cualquier movimiento que afecte a reguladores, y no descartan que haya sido uno de los propulsores de la medida.
Bacigalupo es un conocido militante del PSOE, que participó activamente en la última campaña de las elecciones generales para el partido y que mantiene estrecho contacto con el sector energético pese a llevar un año en la CNMV como miembro, entre otras cosas, del Consejo Asesor de la Sección de Derecho de la Energía del Colegio de la Abogacía de Madrid.
Un directivo que encaja para el sector en esa futura CNE. Un organismo que Sánchez y Díaz quieren dar “los recursos adecuados” para que realice “la necesaria modernización de la regulación para preparar el sistema energético para el objetivo de neutralidad climática”. La idea del PSOE y Sumar es reforzar con este plan las “capacidades de inspección y seguimiento del cumplimiento de la normativa energética por parte del conjunto de actores”.
Unos objetivos que, para los detractores de la medida, ya se cumplen en la actual CNMC y que sólo serviría para crear ‘un comisariado político’ para vigilar a las empresas.
Por otro lado, según defienden a Vozpópuli fuentes cercanas a la CNMV, la creación del actual 'superregulador' sirvió para restar dependencia a los organismos “fulminando” a consejeros y la posible vuelta de los organismo independientes permite financiarse mejor con recursos que genera cada sector.
La fractura de la CNMC es uno de los puntos que más desapercibido ha pasado entre en ciudadano de a pie pero que más ruido está generando en los despachos del Ibex. Sobre todo, en los energéticos. Una CNE, ideada por el propio Bacigalupo, se vigila con mucho recelo.
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