Comprar una vivienda, acceder a un alquiler con el sueldo mínimo, pedir una hipoteca sin gastarte todos tus ahorros... La situación del sector inmobiliario no es nada esperanzadora. Una vorágine que ha arrastrado a toda la ciudadanía a una disyuntiva que todo indica que será la tónica general durante el próximo año. ¿Dónde radica el detonante de esta cuestión? ¿Por qué los más jóvenes tienen tantas dificultades para dar el paso de salir de casa de sus padres? ¿Cuál es la solución que se plantea de aquí a corto plazo?
Un mar de dudas e incógnitas que tienen un denominador común: la economía española. Los datos secundan las afirmaciones de la ciudadanía. En relación con la vivienda, solo hay que ver la curva de los últimos meses para corroborar que la crisis es profunda.
La prueba fehaciente de ello es el alquiler. Solo en septiembre el precio medio de la vivienda en nuestro país subió un 9,3%, lo que se traduce que el metro cuadrado está tasado en 11,8 euros, según los datos proporcionados por Idealista. Por si fuera poco, tras la Ley de Vivienda, aprobada el pasado 24 de mayo, 21 capitales españolas han batido récords históricos.
En los últimos tres meses el precio de los alquileres moderó su subida al 0,3 %; sin embargo, si se compara con el mes anterior la vivienda en alquiler se abarató el 1,1 %. Una dinámica que se llevaba observando en Madrid y Barcelona y que en este septiembre se han unido al elenco Baleares (con un incremento del 22,7%), Comunidad Valencia (con un 15,9%), Canarias (14,5 % hasta los 12,8 euros por metro cuadrado) y Andalucía (llegando a los 12,4%).
El alquiler no es el único factor a tener en cuenta dentro de la ecuación. El segundo en cuestión es la compra de propiedades, la cual no tiene nada que sacar a relucir durante los últimos meses. Es más, la caída de compraventas de propiedades preocupa a los expertos, ya que en el segundo trimestre del año el mercado ha realizado 170.888 operaciones menos en comparación al período anterior, es decir, se ha reducido el mercado un 14,3%.
Baleares busca una solución para el problema de la vivienda
El primero en dar un paso al frente ha sido Baleares. Y es que encontrar una vivienda a buen precio se había convertido en misión imposible dentro de las islas. Por ello, el Gobierno de Baleares ha dado luz al decreto ley de medidas urgentes en materia de vivienda. Según lo que explican en el comunicado, este paquete de ayudas se ha establecido con el objetivo "de aumentar la oferta de viviendas disponibles en los municipios de las Illes Balears a precios asequibles y sin consumir territorio, en edificios existentes y parcelas no edificadas en suelo urbano".
Una regulación del mercado inmobiliario que tiene fecha de caducidad. El decreto ley, que se hará oficial este lunes a través del Boletín Oficial de las Islas Baleares (BOIB), será de carácter temporal. Tal y como ha explicado Marta Vidal, consellera de Vivienda, Territorio y Movilidad, las medidas están enfocadas en el cambio de uso de locales existentes (comerciales, administrativos, etc.), tanto de plantas bajas como de plantas de piso, para su reconversión en viviendas de precio limitado (HPL); y la división de viviendas existentes para crear nuevas viviendas de precio limitado (HPL). Todo esto irá acompañado de un plan de edificación en altura sin tocar zonas sin identificar.
"El Decreto ley habilita la posibilidad del cambio de uso a residencial de establecimientos turísticos obsoletos para que se destinen a crear viviendas de precio limitado (HPL). También amplía el régimen especial ya vigente que permite la creación de viviendas de protección en edificaciones inacabadas, con licencia caducada, en estado ruinoso o en situación de inadecuación, para recuperar estas estructuras hoy inservibles para generar nuevas viviendas de precio limitado (HPL)", explica el Gobierno de Baleares en su comunicado.
Esto abre la puerta a un nuevo paradigma que se podría extrapolar de aquí en unos meses al resto de España: alquileres y viviendas con precios de salida razonables gracias a la nueva figura de la vivienda de precio limitado.
Lo que se establecerá en cuanto a la cuantía son dos tipos de precios: un tipo (HPL-1) para las actuaciones en edificaciones existentes, la mayoría de las medidas previstas en este Decreto Ley, para el cual el precio máximo se calcula multiplicando por 1,10 el precio vigente de la vivienda de protección, y otro tipo de precio limitado (HPL-2) para las actuaciones de construcción de obra nueva, de mayor coste de construcción, para el cual el precio máximo multiplica por 1,30 el precio vigente de la vivienda de protección.
El fin último es que, una vez que se pongan en marcha, la compraventa de vivienda que tenga entre 60 metros cuadrados y 80 metros cuadrados oscile entre los 102.000 euros y los 241.000 euros, dependiendo de las condiciones del apartamento y de la zona en la que esté situada. Por su parte, el alquiler en viviendas de 60 m² y 80 m² útiles, los precios limitados se situarían entre los 385 euros en los tramos más bajos hasta un máximo de unos 905 euros.
¿Será un paso hacia delante para poner fin y erradicar el problema de la vivienda en España? ¿Se llegará a plantear en otras comunidades autónomas? Unas preguntas que, por el momento, no tienen respuesta y que Baleares será la rata de laboratorio para ver si el quid de la cuestión está en la creación de pisos y el control de los precios.
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