La banca española cerrará el próximo día 29 la ronda de presentación de resultados del tercer trimestre del año y, por extensión, de los nueve primeros meses. La recuperación paulatina de la actividad económica hace prever que las cifras estarán en consonancia con el nuevo escenario, aunque serán menos explosivas en variación interanual que en el anterior trimestre, toda vez que se compararán con tres meses de 2020 (julio-septiembre) que hicieron renacer la esperanza de un final rápido de la pandemia que no llegó a producirse.
Eso es, al menos, lo que esperan los analistas, siempre más pendientes de por dónde van las grandes cifras del negocio bancario en una de las etapas más difíciles para el sector. Pero hay otros datos que pueden agudizar una tendencia y hacer historia. Si el ritmo de cierre de oficinas se ha mantenido en el tercer trimestre de este año como en la primera mitad, el número total de sucursales abiertas de las entidades de depósito (sin contar con las de los establecimientos financieros de crédito), a 30 de septiembre pasado, es más que problable que haya bajado de las 20.000, un hecho que no se daba desde el primer trimestre de 1977, hace ya casi 45 años.
Con fecha 30 de junio pasado y con los datos más recientes publicados por el Banco de España, las entidades de depósito tenían operativas 20.823 oficinas en España. Son 2.517 menos que doce meses antes y 1.476 por debajo de las que estaban en funcionamiento a cierre de 2020: 22.299. En el año 2019, se cerraron en España un total de 2.160 oficinas, a razón de casi seis diarias. En los tres últimos meses de ese año, llegaron a colgar el cartel de cerrado 1.004 sucursales, casi once por día.
El sistema financiero español ha basado tradicionalmente su operativa en una amplísima red de sucursales, que trataban de cubrir la mayor parte del territorio nacional. La vinculación con el cliente se sustentaba en la confianza, cuando no en la relación personal y cercana con el director de la oficina. Eran los tiempos de un sector financiero dividido en bancos y cajas de ahorros.
Récord de sucursales
En el año 2008 había en España 15.580 oficinas abiertas de bancos y 24.985 de cajas de ahorros, para un total de 45.662, la cifra más alta de toda la historia del sector financiero. Las cajas de ahorros, que empezaron su andadura circunscribiéndose a su zona más próxima de influencia, tenían prohibido hasta el año 1988 abrir sucursales fuera de su ámbito natural. Un decreto cambió la ley y un año después, de manera muy tímida, empezaron su expansión, hasta llegar a copar el 53% del sector, con más de un centenar de marcas.
Desde ese máximo histórico hasta hoy se han cerrado en España 25.662 oficinas y también un buen número de entidades financieras (hasta quedar 15) a través de numerosos procesos de concentración, que parecen llamados a desaparecer por falta de “parejas”. En total se han perdido el 56,19% de las oficinas bancarias de nuestro país en apenas trece años, los que transcurren desde la quiebra de Lehman Brothers hasta la irrupción de la pandemia del coronavirus.
En 2019, se cerraron un total de 2.160 oficinas, a razón de casi seis diarias. En los tres últimos meses de ese año, llegaron a colgar el cartel de cerrado 1.004 sucursales, casi once por día
El pasado año se cerraron 1.552, seiscientas oficinas menos que el año anterior, pero también 2020 fue un año atípico. En el primer trimestre de este ejercicio, han causado baja 687 oficinas según el Banco de España y otras 789 en el segundo trimestre, un 14,8% más. Bastaría que el ritmo (algo más de 8 cierres diarios) se hubiera mantenido entre julio y septiembre para que, al finalizar el tercer trimestre del año, el número total de oficinas abiertas al público haya bajado de 20.000.
En el peor de los casos, únicamente habría que esperar al final de este mes de octubre para que el dato se hiciera realidad. Solo Bankinter de entre los bancos cotizados puede presumir de no haber cerrado ninguna oficina desde junio de 2016.
El sector bancario ha estado siempre sobredimensionado en España. Ha bastado una crisis financiera internacional y la extensión de la digitalización de la mayoría de las operaciones financieras y comerciales para prender la mecha de los ajustes.
En el año 2008 había en España 15.580 oficinas abiertas de bancos y 24.985 de cajas de ahorros, para un total de 45.662, la cifra más alta de toda la historia del sector financiero
España tiene en la actualidad una media de 42 oficinas por cada 100.000 habitantes, para una población de 47,39 millones. Es el país más “bancarizado” de la Unión Europea, que promedia 22,6 oficinas, o de la Eurozona, con poco más de 18,2 de acuerdo con los datos del Banco Mundial. En los cinco continentes la media es de 14 oficinas.
Italia es la gran economía del continente que más se parece a España en este aspecto, aunque su ratio se queda en 37 sucursales. Francia promedia 33; Reino Unido, 25, y Alemania, apenas 9. Es cierto que Luxemburgo atesora 59 oficinas por cada 100.000 habitantes, pero ni su superficie ni su población tienen nada que ver con la primera actividad económica del ducado. Circunstancias similares se repiten en San Marino (133 oficinas), por solo citar un par de ejemplos.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación