Todo indica a que la Comisión Europea tendrá preparado en octubre la propuesta de la nueva regulación de la banca bajo Basilea III y que esta no recogerá los cambios en la forma de contabilizar el suelo de capital (output floor) que exigen los bancos franceses, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
El lobby de los bancos franceses exige una implementación "que no es fiel a la letra ni al espíritu de Basilea y supondría aguar el acuerdo", señalan las mismas fuentes. Esta nueva normativa obliga a los bancos europeos a llevar una contabilidad de sus recursos más parecida a la americana, utilizando unos estándares contables y evitando los modelos internos que suponen en muchas ocasiones un ahorro de capital.
Aun con todo ello, parece que en Bruselas sigo habiendo cierto debate con el output floor, que está siendo el apartado más controvertido de la norma. Con el nuevo suelo de capital revisado se tiene que tener en cuenta el el 72,5% de los activos totales ponderados por riesgo calculados usando solo los métodos estándar. Para ello, la banca tendrá un periodo transitorio de cinco años para aplicar la norma.
Rebajar más esta cifra sería una ofensa para los bancos estadounidense pues ellos utilizan el 100% ya que ellos siguen una normativa estándar para todos estos procesos y de cambiarse este apartado se podría considerar como un incumplimiento por parte de Europa.
La banca se une
El Banco de España y otros 24 bancos centrales -entre los que no se encontraba el francés- y autoridades de supervisión enviaron una carta conjunta a principios de este mes a la Comisión Europea en la que pedía que su propuesta para actualizar el marco regulatorio de capital de los bancos siga el acuerdo de Basilea III y evite hacer el marco regulatorio más complejo.
La misiva enfatiza la importancia de implementar el llamado suelo al 'output' y el nuevo método estándar para la medición del riesgo de crédito de Basilea. Asimismo, apunta que deben reevaluarse las actuales desviaciones europeas al marco y que se debe evitar introducir desviaciones adicionales o hacer el marco regulatorio bancario más complejo.
"Implementar los estándares acordados globalmente está en el propio interés a largo plazo de la UE, incluyendo de una manera plena, consistente y en plazo todos los aspectos de Basilea III tal y como se ha acordado, tanto por el Grupo de Gobernadores y Jefes de Supervisión como por los
líderes del G20", explicaba el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos en un comunicado.
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