El comentario del consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, en la presentación de los resultados de los nueve primeros meses del año la semana pasada, acerca de posibilidad de que las tres subidas de los tipos de referencia del Banco Central Europeo llevadas a cabo entre julio y octubre puedan desembocar en una “guerra del pasivo” entre las entidades financieras españolas no deja lugar a dudas: “no lo veo; a los bancos les sobra en estos momentos el dinero. No hay más que mirar sus ratios de créditos sobre depósitos”.
Después de seis años y medio de tipos oficiales al 0% y de euríbor en negativo, de tres operaciones de financiación a muy largo plazo (conocidas por sus siglas en inglés TLTRO I, I y III) y una política monetaria de lo más acomodaticia, a los bancos españoles y a los europeos les sobra el dinero: no hay economía suficiente para emplear vía créditos todo lo que atesoran.
Con los datos de los nueve primeros meses del año de los principales bancos españoles se puede concluir que por cada 90 euros que prestan a hogares y sociedades no financieras tienen registrados en sus balances 100 euros en depósitos de los clientes. Es decir, el denominado "loan to deposits", uno de los indicadores más fiables para medir la liquidez de los bancos.
Caixabank, el mayor grupo bancario en España, destaca en su informe correspondiente al tercer trimestre que la relación créditos sobre depósitos es del 90%. Tenía prestados 351.410 millones de euros a 30 de septiembre pasado y custodiaba 389.757 millones en depósitos de los clientes. La relación ha perdido un punto porcentual en relación con la cifra de septiembre de 2021, pero ha ganado dos puntos sobre la de junio de este mismo año. En BPI, la entidad portuguesa que controla, la proporción es del 94,3% (28.382 millones contra 30.098).
En BBVA, el dato alcanza el 92,6% en todo el grupo, aunque en sus actividades en España los créditos representan el 83% de los depósitos: 176.152 millones frente a 212.853. No ha habido variación importante en relación con el dato del mismo trimestre de 2021, el 82,8%. La diferencia es aún más palpable en Turquía, con un “loan to deposits” del 78,2%. En México, el mercado más rentable para la entidad que preside Carlos Torres, la cobertura es del 96%, y en América del Sur, del 92%.
En Banco Santander las cifras dependen de cómo se computen. En el informe financiero de los nueve primeros meses de este año, se indica que “la ratio de créditos sobre depósitos es del 106%, un punto porcentual más que hace un año”, al mismo tiempo que se asegura que “la ratio de depósitos más financiación de medio y largo plazo sobre créditos del grupo es del 118%, mostrando una holgada estructura de financiación”. Todo depende de si se computen en los créditos los anticipos o las cesiones temporales de activos en los depósitos.
El grupo Banco Sabadell declaró en sus resultados que en su conjunto tiene una relación préstamos sobre depósitos del 96,7%, algo mejor que hace doce meses. Si no se tiene en cuenta a su filial británica TSB, las cifras mejoran algo, hasta el 93,2%, frente al 95,2% de septiembre de 2021. Bankinter publica en sus resultados el dato contrario, la relación entre depósitos y créditos que alcanzó el 106,1%, lo que equivale a hablar de un “loan to deposits” del 94%, aproximadamente.
Que no hay una “guerra del pasivo” parece quedar claro con los últimos datos del Banco de España correspondientes al mes de agosto, que solo recogen, por tanto, la subida de medio punto que llevó a cabo el BCE en julio. Las nuevas operaciones de depósitos se remuneran al 0,1%, como media, frente a 0,06% de diciembre. Las cuentas a la vista (las cuentas corrientes) se mantienen en el 0,02%. Se nota una presión mínima en los depósitos a entre un año y dos: los tipos han pasado del 0,27% de diciembre al 0,63% en el verano.
Por cada 90 euros que prestan a hogares y sociedades no financieras tienen registrados en sus balances 100 euros en depósitos de los clientes
Los otros dos indicadores más utilizados en el sistema financiero europeo son el LCR (Liquidity Coverage Ratio, por sus siglas en inglés) y el NSFR (Net Stable Funding Ratio), ambas diseñadas por los acuerdos de Basilea III. El primero mide el perfil de riesgo de liquidez de un bancos garantizando que la entidad pueda cubrir sus necesidades en liquidez en un hipotético escenario de estrés financiero durante al menos treinta días. El mínimo exigido en los bancos con presencia en los mercados internacionales es del 100%.
El segundo es la resultante de dividir la cantidad de financiación estable disponible entre la cantidad de financiación requerida. Trata de cuantificar la capacidad de resistencia de una banco en el medio y largo plazo. Los acuerdos de Basilea III exigen también un mínimo del 100%. Todos los bancos españoles cumplen sobradamente estos requisitos.
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