Primeras señales de alerta sobre la morosidad en la banca. Los impagos en los establecimientos financieros de crédito, aquellas firmas especializadas en la concesión de crédito al consumo, crecen a un ritmo interanual del 7,8% y ya alcanzan niveles máximos de hace cuatro años, en plena pandemia del Covid.
La financiación al consumo, que se destina por ejemplo para la compra de vehículos y electrodomésticos, se ha destapado como uno de los negocios que repunta con más fuerza al coincidir con un contexto económico que combina tipos altos de interés con una inflación que no termina de corregirse.
"La tasa de mora del crédito al consumo casi duplica a la registrada de media en el sistema, pese a que el incremento de impagos se compensa por el mayor volumen de este tipo de financiación
El volumen de dudosos en el crédito al consumo alcanzó los 3.103 millones de euros en mayo, según los últimos registros oficiales del Banco de España. Se trata de un nivel de impagos que no se veía desde agosto de 2020 y que sitúa la tasa de mora en este segmento en el 6,64%.
"El Banco de España alerta de que el crédito al consumo es la financiación más cara que pueden dar las entidades financieras. Están limitados a un máximo de 75.000 euros por operación.
Esta ratio de dudosos supera con creces el 3,6% de media del sistema y supone casi el doble. Aunque el aumento de impagos de los últimos trimestres no se refleja en la tasa por el tirón del crédito al consumo. Las firmas especializadas en el crédito al consumo mueven ya casi 46.800 millones, un aumento interanual del 7%.
Más riesgo y más caro
Este tipo de préstamos se concede a tipos más caros porque se asume más riesgo para su devolución, ya que para aprobarlos se exigen menos requisitos a los clientes. El tipo de interés medio roza el 8%, aunque hubo momentos que superó con creces este umbral y en algunos tramos era un 25% más caro que la media de Europa.
Como alerta el Banco de España, este tipo de financiación es la más costosa que puede ofrecer una entidad bancaria, que cubre el riesgo de impago con intereses más elevados. Aunque está creciendo en los últimos años, el crédito al consumo no mueve grandes cantidades dinero: suele concederse para préstamos de entre 200 y hasta un máximo de 75.000 euros.
Termómetro de la economía
El crédito al consumo se considera como un termómetro de la situación de la economía. Un aumento desmedido denota que las familias necesitan endeudarse para comprar bienes necesarios para el día a día.
"El BCE duda de que la crisis de precios se corrija por las presiones inflacionistas y no quiere dar pistas sobre el camino a seguir
Pero las señales de impagos son las que anticipan cambios en los comportamientos de los deudores, que se decantan por dejar de pagar este tipo de préstamos antes que otros, como las hipotecas, cuando tienen dificultades económicas. En este caso, la morosidad hipotecaria si situó en el 2,61% en marzo, según los últimos datos disponibles, ligeramente por encima del 2,33% que marcó en el mismo mes de 2023.
Las familias hipotecadas empiezan a coger aire tras el ciclo histórico de subidas de los tipos en Europa. Pero el Banco Central Europeo (BCE) aún no se fía de la evolución de los precios y mantiene el tono duro ante las “presiones inflacionistas” todavía “intensas”.
El banco central ya aplicó en junio la primera rebaja del precio oficial del dinero desde 2016, pero, de momento, retrasa una nueva a la vuelta de verano. Ahora bien, tampoco está claro que retome la senda de las rebajas en septiembre y en Fráncfort prefieren no comprometerse con una hoja de ruta concreta.
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