La gran apuesta (The Big Short, título original en inglés) es uno de los últimos éxitos en los que Hollywood se adentra en el mundo de Wall Street. En ella se describe como varios inversores se hicieron de oro en 2008 apostando contra las hipotecas subprime. España ha tenido en los últimos meses su propio Big Short con las apuestas contra Banco Popular, en la que varios fondos norteamericanos se han lucrado y provocado la salida de Ángel Ron. Hoy mismo se formaliza el traspaso de poderes a Emilio Saracho, en una junta general extraordinaria convocada para tal fin.
Precisamente, uno de los primeros retos de Saracho será sacar a relucir sus años en la City londinense para convencer a los inversores bajistas que se olviden de Popular. Las últimas cifras de la CNMV muestran que, lejos de ellos, las posiciones cortas están en máximos históricos: en el 9,88%.
Los fondos bajistas o hedge fund no dejan de ser pequeñas gestoras (comparadas con los grandes BlackRock, Pimco o Fidelity), pero con una influencia mucho mayor en determinadas circunstancias. Cuando el mercado duda de una compañías y los hedge fund entran con fuerza, son capaces de derribar la compañía o, al menos, a su equipo gestor. Como ha ocurrido con el Popular.
Desde el entorno de Ron sospechan que la familia Del Valle, los accionistas más críticos contra el ya expresidente, ha podido influir en alguno de estos inversores bajistas. De hecho, la CNMV inició a finales del año pasado una investigación sobre la estrategia de estos fondos y los accionistas que les estaban prestando los títulos.
Cómo funcionan
Esta operativa funciona de la siguiente manera: cuando un inversor quiere ponerse bajista frente a una compañía pide prestados títulos a un accionista, normalmente a través de un intermediario. Compra las acciones, por ejemplo, a un euro, y a continuación los vende en bolsa. Si su jugada sale bien y la empresa cae en el mercado, recompra esos títulos pasado un tiempo a un precio menor, por ejemplo 0,9 euros, y se los devuelve al accionista. Todo lo que haya caído la acción (un 10% en este caso) es su beneficio. El accionista también sale beneficiado, al cobrar unas comisiones por unos títulos que de otra forma tendría parados. Por ello, la CNMV también está poniendo el foco en los inversores que prestaron los títulos, en caso de que pudieran estar haciéndolo para presionar a Ron en el consejo de administración.
Entre los inversores que pusieron contra las cuerdas a Ron destaca el hedge fund AQR Capital Management. Este fondo, creado por un ex Goldman, se caracteriza por buscar anomalías en el mercado, y apostar contra ellas. Desde verano fue elevando progresivamente su inversión contra el Popular desde el 0,4% del capital hasta el 3,5% que alcanzó el pasado diciembre. Este fondo ha estado envuelto en polémicas en EEUU y tuvo que despedir hace dos años a uno de sus trabajadores por una investigación de la SEC (la CNMV norteamericana).
La CNMV inició una investigación a finales de 2016 sobre las apuestas bajistas en el Popular y los accionistas que están prestando los títulos
Otro enemigo ya habitual del banco es la gestora londinense Marshall Wace, que desde noviembre se juega entre un 2% y un 3% del capital en contra de Popular. Esta firma incrementó su apuesta corta en los momentos de mayor tensión del banco, con el consejo presionando para que saliera Ron. Junto a Del Valle, los otros consejeros más contrarios eran José María Arias (expresidente del Pastor) y la independiente Reyes Calderón. Otros dos bajistas que ya llevan tiempo en Popular son Samlyn Capital, con un 1,3%, y BlackRock, con un 0,6%.
Desgraciadamente para Popular y Saracho, recientemente han entrado otros dos inversores bajistas en su capital: el hedge fund neoyorkino PDT Partners, con un 0,5% del capital, que entra y sale de compañías en función de una serie de algoritmos matemáticos; y Citadel, uno de los grandes hedge fund de Wall Street, fundado por el mítico inversor Kenneth C. Griffin. Aunque, al contrario que otros colegas, este fondo se dio un batacazo en 2008, su objetivo y tácticas son las mismas. Por lo que será un mal compañero de viaje de Saracho.
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