Los bancos vuelven a dar crédito con fuerza a las Administraciones Públicas. Tras una racha de siete caídas mensuales consecutivas, las entidades financieras españolas abrieron el grifo a la Administración Central, comunidades autónomas y ayuntamientos con un repunte del 3,6%, el mayor incremento mensual desde junio de 2021. El resurgir del crédito bancario al sector público se inició en marzo de este año, justo después de la invasión rusa a Ucrania, para después consolidar la tendencia creciente en abril. Las Administraciones Públicas españolas concentran 82.316 millones de euros.
El ritmo de crecimiento del crédito al sector público es más intenso que el destinado a familias y empresas. La financiación del sector privado subió un 0,7% en abril respecto al mes precedente, hasta casi los 1,2 billones, según los últimos datos disponibles del Banco de España, que no tienen en cuenta los recursos movilizados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ni por los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), que están especializados en la financiación al consumo.
Si se incluyen también los préstamos ICO, que el Gobierno reactivó con fuerza para garantizar la liquidez en la era Covid, y los de los EFC, la financiación total del sistema a las Administraciones Públicas supone más del 6%, un peso que se alcanzó en 2021 y que no se veía desde 2016.
Las Administraciones Públicas suelen recurrir al crédito bancario como parte para financiar sus costes. En la anterior crisis económica, de hecho, fue una palanca muy activa que compensó la caída de los ingresos fiscales. Para las entidades financieras, el crédito a la Administración Central, comunidades autónomas y corporaciones locales es el que menos consumo de capital les supone, por el bajo riesgo de impago. Pero en la otra cara de la moneda es el menor interés que suelen cobrar, por debajo del precio de mercado.
En cualquier caso, el aumento del crédito al sector público no despierta las dudas de los supervisores bancarios, que están preocupados por la situación real de morosidad en los bancos tras la guerra en Ucrania. El BCE teme un estallido súbito de la mora bancaria tras el verano, cuando la actividad española pueda sufrir de forma acentuada los efectos de la escalada de precios, que se ha disparado por encima del 10% en junio, el nivel más alto desde 1985.
Foco sobre los créditos ICO
El Banco de España también ha puesto el foco sobre los créditos ICO de la era Covid. Aunque la mayoría de estos préstamos cuentan con el aval del 80% del Estado, el supervisor ha detectado un deterioro en su calidad de devolución. Y estima que casi el 23% de estos préstamos está clasificado en vigilancia especial, es decir, está potencialmente en riesgo de impago.
Esta misma semana el Banco de España ha redoblado su advertencia sobre los ICO, sobre todo por el riesgo de insolvencia de las empresas más afectadas por la crisis del Covid, como hoteleras y empresas turísticas, una vez que los periodos de carencia se vayan agotando en los próximos meses.
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