La banca española desdeña, al menos de momento, el ahorro de los clientes. Las grandes entidades, como Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell, se resisten a pagar por los depósitos y están conteniendo la 'guerra' por captar pasivo, que se limita a entidades extranjeras que se quieren hacer hueco en España. Tal es así, que la remuneración no termina de despegar y es un 60% inferior a la que ofrecen los competidores europeos.
El tipo de interés TEDR (Tasa Anual Equivalente sin incluir comisiones) de los depósitos de los hogares españoles a un plazo de entre uno y dos años apenas ha subido del 0,59% de septiembre al 0,65% de octubre, el último dato actualizado en las estadísticas del Banco Central Europeo (BCE).
Una ligera mejora en la remuneración de este producto tradicional que se queda lejos del 1,53% de media de la zona euro. Se intensifican así las diferencias, con un interés casi un 60% por debajo de los competidores europeos, cuando en septiembre era un 46% inferior. Pero hay más. Los bancos españoles están remunerando a sus clientes por los depósitos muy por debajo de lo que ofrecen las entidades de Francia y Alemania. En ambos casos, el ahorro a plazo para entre uno y dos años ofrece un interés de cerca del 2%. También está a distancia lo que pagan los bancos italianos: un 1,47%.
Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, considera que antes o después los grandes bancos acabarán pagando por los depósitos para acercar su interés al de los competidores europeos"
Los bancos españoles se sitúan en el grupo de países que menos pagan a sus depositantes. De esta forma, se han resucitado los PIGS en la Unión Europea, aunque con una acepción distinta a la de la crisis de 2008. Este acrónimo que acuñó la prensa inglesa para referirse de forma peyorativa (su traducción del inglés es cerdos) a países como Portugal, Irlanda o Italia, Grecia y España ha vuelto para mostrar las claras diferencias para remunerar los depósitos de las familias. Los bancos de todos estos países, salvo de Italia, pagan menos por el ahorro que la media de la zona euro.
Poco atractivo para los depósitos por el exceso de liquidez
Los banqueros españoles defienden que existe abundante liquidez en el mercado como para iniciar una guerra por el pasivo. De hecho, las entidades españolas tienen 250.000 millones de euros procedentes de las subastas del BCE para evitar un colapso en la pandemia.
"Antes o después" volverán a remunerar el ahorro, sugirió recientemente Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, que lleva meses exigiendo que los bancos trasladen al pasivo el cambio de rumbo de la política monetaria. En cualquier caso, los banqueros descartan una batalla por el ahorro en el corto plazo y siguen apostando por canalizarlo hacia productos más rentables para los clientes y que además tienen jugosas comisiones, como los fondos de inversión o los planes de pensiones.
En su cruzada contra la inflación, el banco central ha subido la facilidad de depósito desde tipos negativos al 1,5%. Esta tasa fija el interés que las entidades de crédito reciben por guardar su dinero a un día en el banco central.
Tras el pacto hipotecario forzado por Calviño, los bancos ahora temen que los depósitos abran un nuevo choque con el Gobierno. El sector es consciente de que la baja rentabilidad puede convertirse en un nuevo episodio que ponga a prueba su reputación.Hay en juego más de 8.000 millones en intereses, según estimaciones de la consultora Alvarez & Marsal.
Deutsche Bank es el banco tradicional que más está apostando. Ofrece hasta el 1,85% para un plazo de dos años, tras sucesivas mejoras a medida que el BCE ha endurecido la política monetaria. También destacan bancos online como Renault Bank, que paga un 2,32% por un depósito a 24 meses.
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