Los grandes bancos calman las ansias del Gobierno sobre un acuerdo más ambicioso en hipotecas. Garantizan que darán soluciones "caso a caso", pero rechazan lanzar medidas generales para cubrir a la mayoría de hipotecados de la subida acelerada del euribor en plena crisis de precios. Como argumento de peso advierten al Ejecutivo de que las ayudas pueden desincentivar el pago de las cuotas, con el consiguiente impacto en las cuentas de los bancos.
"El acuerdo sería para un perímetro reducido y no de forma generalizada. Otra cosa no tendría sentido. Lo contrario pondría en duda la cultura de pago del país y pondría la presión sobre el sistema", avisó sin ambages González Gortazar, consejero delegado de CaixaBank. Una respuesta que suscriben de forma unánime desde el sector, según fuentes financieras, ante la petición de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, de extender las ayudas a las clases medias.
La banca ha planteado al Ministerio de Asuntos Económicos ampliar hasta cinco años el plazo de las hipotecas a las familias vulnerables, pero sólo en los casos en los que las cuotas se encarezcan al menos un 30% tras la revisión del euribor y siempre que los ingresos del domicilio se limiten a 24.318 euros al año.
"Habrá clientes de rentas altas y medias con dificultades y otros de renta baja que no las tengan, el traje no sirve para todos", dijo José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, el miércoles. Fue el primero en aplacar las expectativas del Gobierno, que en palabras de Yolanda Díaz, considera "insuficientes" las propuestas del sector.
Los banqueros acotan el impacto de la subida de tipos a un porcentaje de clientes "limitado".
Problema acotado
En el caso de CaixaBank, el banco que más hipotecas concede en España, tiene casi un tercio de la cartera hipotecaria a tipo fijo y, por tanto, cubierta a las variaciones en el precio del dinero. Desde 2015, el 72% de las nuevas hipotecas del banco se concedieron con una cuota invariable.
El euribor superó el 2,6% en octubre, su nivel más alto desde finales de 2008, y se encamina al 3% de cara al próximo año, como vaticinan los expertos tras la subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE) hasta el 2% y los previsibles aumentos en los próximos meses para atajar la inflación. Supondrá un aumento del 40% de media de la cuota hipotecaria. "No será un problema grave", compartió con su homólogos Onur Genç, consejero delegado de BBVA, que puso en valor que el 80% de las nuevas hipotecas del sector desde 2017 se comercializaron a tipo fijo.
Los bancos son un elemento fácil de crítica. Estamos inmersos en el juego político", lamenta César Gonzaléz-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell"
Las entidades tienden la mano para alcanzar un acuerdo con el Gobierno, bajo la amenaza de que acabe interviniendo en el mercado hipotecario. El Ejecutivo ha dejado claro en los contactos con el sector que legislará para proteger a los hipotecados más vulnerables si no es capaz de pactar medidas para aliviar a estas familias. Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, exige un "catálogo de medidas" y está por ver si el pacto de mínimos que deslizan los banqueros será suficiente para el Gobierno.
"Los bancos son un elemento fácil de crítica y estamos inmersos en el juego político. Tampoco somos Rockefeller y también tenemos familias y pequeñas empresas como accionistas", reflexionó César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell. Un episodio más en la tensa relación entre los bancos y el Gobierno de Pedro Sánchez con el impuesto sobre el sector como punto álgido.
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