Banca

Los bancos culpan al nuevo impuesto del retraso en el pago de los depósitos

Las grandes entidades están tardando en remunerar el ahorro pese a la subida histórica de los tipos de interés. El coste del nuevo impuesto a la banca ya se está trasladando

El impuestazo a los bancos ya tiene consecuencias para los clientes. Las grandes entidades están retrasando el pago de los depósitos pese a la subida histórica de los tipos de interés, lo que se explica en parte por el coste que tendrán que afrontar durante este año y 2024 por el nuevo gravamen al sector, según trasladan a Vozpópuli distintas fuentes financieras y jurídicas. Los banqueros advirtieron a Pedro Sánchez de que el impuestazo para recaudar unos 3.000 millones encarecería sus productos, pero ya en un primer momento está frenando el apetito por remunerar el ahorro.

En un escenario en el que el margen de intermediación está disparado, las hipotecas variables están subiendo y los depósitos no se están retribuyendo, la banca está ganando. Pero también repercute sus costes, como establece la normativa bancaria y ha advertido el Banco Central Europeo (BCE) a Pedro Sánchez en su informe sobre el nuevo impuesto que deben hacer.

Francisco de la Torre, inspector de Hacienda del Estado, apunta que "probablemente, sin el impuesto, algunos bancos retribuirían los depósitos". Puede parecer una cuestión contrafactual, admite, pero señala que hay que mirar lo que está pasando en otros países, como Alemania, donde sí están subiendo los depósitos. Países con el mismo contexto y la misma subida de tipos del BCE pero sin un nuevo impuesto al sector. "Es verdad que en España hay menos competencia y creo que pesa más la falta de competencia, pero el impuesto es un mayor coste al sistema que seguramente se está trasladando", considera.

Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell alejan una guerra del pasivo pese a que la subida del tipos del Banco Central Europeo (BCE) ha disparado sus ingresos y beneficios. El argumento de los banqueros es que no ganan el suficiente dinero como para que el negocio sea rentable en España y ante la abundante liquidez del mercado. Ahora bien, está dando pasos en otros países, como en Portugal, en donde Santander acaba de entrar en la batalla por el ahorro con cinco depósitos de hasta el 2%.

"El impuesto está también empujando en contra de pagar ya por los depósitos. Pero este año acabará sucediendo tarde o temprano", reconoce un alto directivo de uno de los grandes bancos del Ibex que pide el anonimato. Con la tardanza en remunerar el pasivo, las entidades aprovechan el ciclo de subida de tipos para mejorar sus márgenes hasta compensar gran parte del 'impuestazo', según las fuentes consultadas. La gran banca calcula que pagará unos 1.100 millones este año por la nueva tasa, que grava el 4,8% de los ingresos típicos y los conseguidos vía comisiones en la venta de fondos de inversión y planes de pensiones.

Una vez que una de las entidades de mayor tamaño lance una ofensiva, el resto replicará el movimiento, como asumen en el sector. Santander es el más activo a través de su filial 100% digital, Openbank, que está ofreciendo a un grupo selecto de clientes un depósito al 3% combinado con fondos de inversión o planes de pensiones para retener liquidez.

Las diferencias con Europa, una brecha sintomática

La brecha con Europa es sintomática: la banca española paga un 41% menos que la media de sus competidores. El producto tradicional de ahorro se remunera en España, con la inapetencia de los grandes bancos, con un interés del 1,07% a un plazo de entre uno y dos años. En Francia se paga un 2,78% y en Alemania algo más de un 2% por estos mismos depósitos.

Antes de que Sánchez ejecutara su plan con el impuestazo, los banqueros alertaron que les dejaba en una posición de desventaja respecto a sus competidores europeos. De hecho, este será uno de los argumentos en el intento de frenar el impuestazo por parte de las entidades que paguen el impuesto y luego recurran, una acción que se sumará a la impugnación de la Orden Ministerial que han planteado AEB y CECA ante la Audiencia Nacional. Entre las entidades se considera que la nueva tasa contradice el Derecho comunitario y lo asemeja a una ayuda pública ilegal respecto a otros países y sectores, como señalan fuentes financieras.

Éste es también uno de los argumentos que esgrime el BCE en su informe. La nueva carga fiscal fija un listón de 800 millones sobre la base de estas partidas en las cuentas de 2019, que deja fuera a entidades extranjeras como ING, Deutsche Bank y las cajas rurales, entre otras. Los grandes bancos habían reclamado incluir a todos los competidores para evitar distorsionar el mercado.

Para el BCE, este umbral "podría falsear" la competencia en el sector y "perjudicar la igualdad de condiciones" dentro de España y en toda la Unión Bancaria. De hecho, se abre la vía a que Bruselas pueda demandar al Gobierno por la ilegalidad del impuestazo. De momento, la Comisión ya ha admitido un recurso contra los impuestos a banca y energéticas, como ha avanzado Vozpópuli.

Pero demostrar que los bancos están absorbiendo el coste del impuesto a través de los depósitos es harto complicado, como subraya Eduardo Areilza, senior director de la consultora Alvarez & Marsal. "Es imposible de medir si se repercute y más cuando los precios de los créditos y otros productos suben por el aumento de los tipos de interés", sostiene Areilza, que, no obstante, considera que los grandes bancos no tardarán en pagar por los depósitos. Y apunta: "Sería más fácil de trazar el traslado a los clientes si el impuesto hubiera aplicado sobre un producto concreto, como por ejemplo sobre los depósitos", gravados ahora con un impuesto mínimo del 0,03% que pagan las entidades.

En el foco de la CNMC y del BCE

Este retraso en España ha llamado la atención de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que vigila con "interés" la evolución de los tipos que se pagan en España respecto al resto de competidores en la zona euro, como publicó este medio. El BCE, sin poner el foco en el caso particular español, también ha detectado que los bancos están retrasando el pago de los depósitos para mejorar sus resultados través de los mayores diferenciales préstamos-depósitos de las nuevas operaciones. En España, las hipotecas se conceden a un precio un 335% superior al que se remunera el ahorro.

La CNMC ha sido designada por el Gobierno como competente para revisar que la banca no repercuta el impuesto, una tarea de gran complejidad para la que además no tiene recursos suficientes, según ha planteado recientemente. El Ejecutivo pretende que el Banco de España colabore en esta tarea, lo que el BCE ha cuestionado.

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