Bankia y BMN apuran los plazos de su fusión en plena negociación sobre el precio. Este punto, el más importante de la operación, es el único que queda por cerrar para que la unión sea ya un hecho. Las entidades presididas por José Ignacio Goirigolzarri y Carlos Egea se han emplazado a esta semana para llegar a un pacto, que como tarde ha de ser antes del día 15 si quieren que se apruebe antes de agosto.
Los dos grupos nacionalizados llevan meses negociando el precio. La cuestión es cuántas acciones de Bankia reciben los accionistas de BMN. Goirigolzarri quiere rebajar al máximo la factura, al contrario que Egea. Cada uno se juega en ello los intereses de sus accionistas.
A la espera de como vayan las negociaciones esta semana, el mercado espera que la ecuación de canje valore BMN en unos 1.000 millones de euros, lo que situaría su valor algo por debajo de la banda baja que dio el Fondo de Reestructuración (Frob). Cuando se anunció el pistoletazo de salida a la fusión, el Frob aportó los detalles de una oferta (todavía anónima) que tasaba BMN entre un 50% y un 65% de su valor en libros, en función de si se incluían los seguros. Una oferta del entorno de los 1.000 millones situaría esta ratio en el 47%. Su principal comparable, Liberbank, cerró el pasado viernes en bolsa con un precio/valor libros del 41%.
Una de las claves de esta operación son las sinergias que generará el nuevo grupo, de unos 600 millones de euros. "La fusión con BMN tiene mucho sentido dadas las economías de escala (del 20%), el encaje geográfico y las potenciales sinergias, que asumimos en un tercio de la base de costes de BMN", apunta un reciente informe de Alantra, que hace sus cálculos sobre un hipotético precio del 50% de la entidad presidida por Egea.
A contrarreloj
En el sector se esperaba que el acuerdo se pudiera haber comunicado al mercado el pasado jueves o viernes, pero se aplazó a esta semana, cuando se espera que se cierre. La fecha clave es el próximo 15 de junio. Las dos entidades necesitan tener el acuerdo para entonces y encargar en ese momento la fairness opinion (documento que acredita una valoración) a sus asesores.
Bankia tiene contratado para ello a Rothschild; BMN a Deutsche Bank; y su Comisión de Consejeros Independientes a JPMorgan. Estos informes son importantes para que cualquier empresa se cubra de posibles reclamaciones en la adquisición de otra compañía.
El fin de la negociación de la fusión Bankia-BMN coincide con el análisis de Banco Popular, que Goirigolzarri lleva de la mano de Morgan Stanley
La fecha del 15 de junio es clave ya que estas fairness opinion tardarán unos días, y si Bankia y BMN quieren cerrar su fusión antes de verano tienen que convocar junta extraordinaria de accionistas antes de finales de junio, para que ésta sea antes de que concluya julio (un mes más tarde).
Junto a Rothschild, Deutsche Bank y JPMorgan, están trabajando en esta fusión un ejército de banqueros de inversión, consultores y abogados. Con Bankia lo hacen Morgan Stanley (asesor principal), EY, Garrigues, Accenture. Con BMN trabajan Alantra (asesor principal), Uría Menéndez y, con sus independientes, PwC.
BMN está teniendo especial tacto con los accionistas minoritarios debido al ruido que está haciendo la Fundación Pinnae (antigua Caixa Penedès), reclamando un puesto en el consejo y en la Comisión de Consejeros Independientes que estudia la fusión.
Estas negociaciones coinciden en el tiempo con el proceso de venta de Banco Popular, que estará en marcha durante todo el mes de junio, salvo que la situación se descontrole. Bankia está analizando la operación también junto a Morgan Stanley, pero en el mercado se ve a la entidad más en la retaguardia que decidida a poner una oferta sobre la mesa. Sobre todo tras el castigo que sufrió su acción cuando el ministro de Economía, Luis de Guindos, metió a Bankia en la puja por Banco Popular.
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