Más nubarrones sobre BBVA por su apuesta en Turquía. La hiperinflación ya ha costado 324 millones de euros al beneficio del grupo en el primer trimestre del año y borrará prácticamente su contribución a las cuentas este año. Pero la factura puede engordar. El banco acaba de revisar sus estimaciones de inflación y admite que se puede disparar a cerca del 70% al acabar 2022.
A finales de junio, la entidad presidida por Carlos Torres anunció que aplicará la contabilidad por hiperinflación en el país otomano desde el segundo trimestre de este año, aunque ya tendrá efectos a partir del 1 de enero. El grupo reexpresó las cuentas del primer trimestre y redujo las ganancias de los 1.651 millones declarados a 1.326 millones. Con la nueva contabilidad, la filial de Turquía se adentró en números rojos, con unas pérdidas de 75 millones. En el último año, Garanti generó una media de unos 200 millones al trimestre.
El país otomano era hasta ahora el tercer mercado que más ganancias aportaba al grupo, pero en 2022 su contribución será "inmaterial", como reconoció BBVA a la CNMV. Estas estimaciones se basaban en una cierta moderación de la tasa de inflación, hasta el 60%. Pero el servicio de estudios de BBVA Research acaba de revisar al alza su previsión para 2022 hasta el 70%, incluso con riesgos "claramente alcista", como admite Seda Guler Mert, economista jefe del servicio de estudios de BBVA en Turquía.
La inflación en el país rozó el 80% en junio, el último dato publicado. La economía lleva tiempo instalada en una espiral inflacionista de aumento de costes para las empresas por los efectos de la guerra en Ucrania, que se trasladan a los precios de los productos y provocan un incremento de salarios. "Los ajustes salariales siguen siendo cruciales, por lo que es obvio que las presiones inflacionarias probablemente se fortalecerán más hasta que se produzca una reacción política clara", señala el equipo de BBVA Research de Turquía.
El grupo confía en compensar parte del impacto del incremento de precios en el país otomano con la mejora del negocio en España, que desde julio se beneficiará de la primera subida de tipos en Europa en más de una década. Además, el BCE apunta a una aceleración en el aumento del precio del dinero en septiembre, aunque el mercado ya empieza a descontar que en 2023 la política monetaria podría ser más flexible si se consuma una recesión económica. De hecho, Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, admite que el organismo trabaja ya con un escenario de reducción del crecimiento.
Experiencia en Venezuela y Argentina
BBVA tiene experiencia en contabilidad hiperinflacionaria, que ya ha aplicado anteriormente en las filiales de Venezuela y Argentina. En países con los precios disparados, la regulación contable internacional recoge un cálculo especial, establecido en la norma 29.
Se trata de una reexpresión de los estados financieros con el objetivo de mostrarlos con una información más fiel en situaciones de escalada de precios y desplome de la divisa local.
BBVA desembarcó en Turquía en 2011 con la compra de un 25,01% de Garanti a Dogus y General Electric. Cuatro años más tarde, el grupo se convirtió en el primer accionista tras elevar su participación hasta un 39,90% mediante la compra de un paquete adicional a Dogus. En 2017, BBVA elevó su apuesta hasta el 49,85% y este mismo año hasta el 86%.
La cúpula de BBVA defiende Turquía como un mercado estratégico por el potencial de crecimiento de la economía, la poca bancarización de una población de más de 85 millones de habitantes y los lazos comerciales con Europa.
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