Aviso del Banco Central Europeo (BCE) en plena renovación de la cúpula del Banco de España. Moncloa presiona para situar a José Luis Escrivá, ministro para la Transformación Digital, como nuevo gobernador. El salto desde el consejo de ministros chocaría con los acuerdos de la Unión Europea, que obligan a los gobiernos a “no tratar de influir” en los distintos bancos centrales de cada país, como pone de manifiesto el supervisor único.
Así consta en una reciente opinión emitida por el BCE, consultada por Vozpópuli, ante la intención del Gobierno de Bulgaria de nombrar al gobernador de su banco central como primer ministro interino.
En un apartado específico sobre la independencia institucional, el BCE lanza como advertencia general que el artículo 130 del Tratado de la Unión Europea recoge que los países comunitarios se comprometen a “no tratar de influir” en los bancos centrales.
"Sánchez ya chocó con Fráncfort por el impuesto a los bancos y la opa de BBVA al Sabadell. Con el intento de nombrar gobernador a Escrivá se abriría una nueva grieta
“De conformidad con el artículo 130 del Tratado, en el ejercicio de las competencias y en el desempeño de las funciones y deberes que les confieren, los miembros de los órganos rectores de los bancos centrales nacionales (BCN) no deben solicitar ni aceptar instrucciones de la Unión, instituciones, órganos, oficinas u organismos, de cualquier gobierno de un Estado miembro o de cualquier otro cuerpo”, recoge en dicha opinión el supervisor, con fecha del 5 de julio y firmada por Christine Lagarde, presidenta del BCE.
Nuevo pulso
Este párrafo, como interpretan fuentes financieras, es una advertencia indirecta al posible salto de Escrivá al Banco de España. Y que se completa con: “Además, los gobiernos de los Estados miembros se comprometen a respetar este principio y no tratar de influir en los miembros de los órganos rectores de los BCN (Bancos Centrales Nacionales) en el desempeño de sus tareas”.
En base a estas consideraciones generales del BCE, la intención de Sánchez de situar al actual ministro en el Banco de España supondría un “pulso más” con Fráncfort, según las fuentes consultadas. Se trataría de un episodio más, tras los choques por el impuestazo a los bancos y el de hace apenas dos meses por la opa hostil de BBVA al Sabadell.
En este último caso, el Gobierno rechaza de manera frontal la integración, mientras que en el seno de Fráncfort se impone el criterio financiero de la operación por su “sentido estratégico” y la complementariedad de ambas entidades.
Rechazo del PP y de los bancos
El intento de Moncloa de situar a Escrivá como gobernador no ha gustado nada en el PP, que rechaza su nombramiento para alumbrar un pacto en la renovación de la cúpula del Banco de España. Pero también ha encendido las alarmas entre los bancos del país, que advierten del riesgo de “politizar” la institución, como indican fuentes financieras. En el seno de los bancos preocupa la imagen de España precisamente ante instituciones como el BCE y los inversores, que miran con lupa que un banco central esté aislado del gobierno de turno.
Aunque Sánchez no parece dispuesto a dar su brazo a torcer. Tras conocerse el rechazo al PP, el presidente del Gobierno defendió la "experiencia acreditada en materia de política monetaria" del ministro. Incluso argumentó que no es una excepción en Europa y que hubo un caso similar con Luis de Guindos, que pasó de ministro de Economía durante el Gobierno de Mariano Rajoy a vicepresidente del BCE.
Pese a que las negociaciones están enquistadas, el Gobierno confía en alcanzar un acuerdo con el PP en las “próximas semanas”, como dijo este lunes Carlos Cuerpo, ministro de Economía. Precisamente, Cuerpo sacó de su lista de candidatos a Escrivá, pero fue el propio Sánchez quien lo recuperó, como publicó este medio. Ambos ministros no guardan una buena relación tras coincidir durante varios años en la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), el organismo que vela por la estabilidad presupuestaria del Gobierno.
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