El Banco Central Europeo (BCE) volvió a cumplir el guión. El banco central ha decidido mantener el precio oficial del dinero en el 4,25% en el que los dejó el pasado mes tras aplicar el primer recorte desde 2016. El organismo tiene dudas sobre el comportamiento de la inflación y trata de evitar a toda costa dar pasos en falso.
“Las presiones inflacionistas internas siguen siendo intensas, la inflación de los servicios es elevada y es probable que la inflación general continúe por encima del objetivo hasta bien avanzado el próximo año", reza el comunicado publicado este jueves por el organismo con sede en Fráncfort.
Ayer mismo se conoció que la inflación media en la zona euro cerró junio en el 2,5%. Se trata de una décima menos respecto al dato de mayo. Aunque hay países, como España, en los que la crisis de precios se está corrigiendo más lento: con un IPC del 3,4%.
"El eurobanco garantiza que mantendrá el precio del dinero en niveles "suficientemente restrictivos" el tiempo que sea "necesario" para corregir la crisis de precios
En el seno del BCE no están convencidos de que la crisis inflacionaria se pueda dar ya por acabada. En la reunión de junio, la última en las que se actualizaron las previsiones macroeconómica, los expertos del Eurosistema empeoraron las estimaciones tanto del IPC general como del subyacente para este año y 2025.
Hoja de ruta sin definir
Y el consejo de gobierno quiere dejar claro que tiene la "determinación de asegurar" que la inflación vuelva a situarse pronto en su objetivo del 2 % a medio plazo. Por ello, reafirma que no hay hoja de ruta previa y garantiza que mantendrá los tipos de interés oficiales "en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario".
El mercado apuesta por otra rebaja de tipos a la vuelta del verano, aunque el BCE insiste en que sus decisiones sobre política monetaria se tomarán reunión a reunión. Se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y "la intensidad de la transmisión de la política monetaria, sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos".
Christine Lagarde, presidenta del BCE, se ha mostrado ambigua respecto a la posibilidad de que el banco central retome la senda de rebajas en septiembre, como descuenta el mercado, aunque ha afirmado que "está completamente abierta".
El tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se mantendrán sin variación en el 4,25%, 4,50% y 3,75%, respectivamente.
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