El Banco Central Europeo (BCE) mete presión a los gobiernos para que arrimen el hombro en la cruzada contra la inflación. El Eurobanco está decidido a no levantar el pie del acelerador en las subidas de tipos y quiere que los políticos retiren las ayudas públicas lanzadas para afrontar la crisis energética. Si no contribuyen con una acción “concertada”, el banco central se vería obligado a aplicar subidas del precio del dinero más agresivas.
Es la advertencia que lanzó ayer Christine Lagarde, presidenta del BCE. El organismo con sede en Francfort volvió a subir los tipos otros 25 puntos básicos, hasta el 3,75%. Se trata de la décima alza en menos de un año, pero la más baja de todas ellas. Ahora bien, lejos de anticipar una pausa como descontaba algunos inversores, Lagarde se empeñó en dejar claro que no significa que se vaya a parar en las subidas. “No es el final del viaje”, afirmó con contundencia Lagarde.
Y más claro quedó esta hoja de ruta con el aviso a los gobiernos de la zona euro. “A medida que la crisis energética se desvanece, los gobiernos deberían revertir las medidas de apoyo relacionadas con prontitud y de manera concertada para evitar aumentar las presiones inflacionarias a mediano plazo, lo que requeriría una respuesta de política monetaria más fuerte”, dijo la presidenta del BCE.
Las políticas fiscales deberían orientarse a lograr una mayor productividad de nuestra economía y una reducción gradual de los elevados niveles de deuda pública", advierte Christine Lagarde, presidenta del BCE
Desde el inicio de las alzas de tipos en julio, el precio del dinero se ha encarecido a un ritmo histórico de 375 puntos básicos. Pero para el BCE no está clara la transmisión a la economía real de la política monetaria. “Los retrasos y la intensidad de la transmisión a la economía real siguen siendo inciertos”, apuntó en el comunicado difundido para anunciar la decisión del Consejo de Gobierno.
Por ello, Lagarde instó a los distintos gobiernos europeos a orientar las políticas fiscales para hacer más productiva la economía y aprovechó para lanzar un mensaje de contención del gasto: hay que reducir "gradualmente la elevada deuda pública".
Precisamente, Nadia Calviño, vicepresidenta económico del Gobierno, pidió al banco central "prudencia extrema" con las subidas de los tipos, por el impacto que pueden tener en la carga de intereses que paga el Estado.
Recorrido para hipotecas más caras
En el caso de España, el Banco de España calcula que la traslación del euribor, que se acerca al 4% en tasa mensual, en la cartera de préstamos alcanzó alrededor del 30% en el último trimestre de 2022. Por lo que aún queda recorrido para que las hipotecas sigan encareciéndose, con un aumento en las cuotas mensuales superiores al 50% durante las revisiones de 2023, según estimaciones del comparador hipotecario Hipoo.
Más están tardando los bancos españoles en pagar por los depósitos. La facilidad de depósitos, que es el interés que reciben las entidades por aparcar su liquidez en el banco central, llegará al 3,25% a partir del 10 de mayo, lo que meterá más presión a Santander, BBVA y CaixaBank para remunerar por el producto tradicional de ahorro.
Por un depósito de hasta un año, el tipo de interés se situó en el 0,71% TEDR (Tasa Anual Equivalente sin incluir comisiones) en febrero, mientras que la media que se paga en Europa por este mismo depósito es de más del doble (1,85%), según las últimas estadísticas del BCE.
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