El Banco Central Europeo (BCE) sospecha que la crisis de independientes del año pasado en Unicaja se cerró en falso. El supervisor tiene en marcha una inspección sobre la gobernanza de la entidad en la que está poniendo el foco sobre la sustitución en 2022 de dos consejeros independientes afines al bando asturiano, según fuentes financieras conocedoras de los trabajos del BCE consultadas por Vozpópuli.
Existen dudas de que el proceso de reemplazo se llevara a cabo con "rigurosidad", por lo que se prepara un informe de conclusiones para dentro de un mes, poco antes de que se celebre la junta ordinaria que aprobará las cuentas del pasado ejercicio.
En la inspección que acaba de lanzar, como publicó este medio, el BCE investiga las prácticas de la comisión de nombramientos, presidida por María Garaña, consejera independiente que procede de Liberbank y que acaba de presentar su dimisión con efectos tras la celebración de la junta. Las dudas se ciernen sobre la elección de dos independientes próximos a la órbita de Liberbank: la socialista Maite Costa e Isidoro Unda.
Con las sospechas del supervisor sobre Maite Costa e Isidoro Unda, cercanos a Liberbank, el banco andaluz presionaría para arrinconar al consejero delegado en la pugna por controlar el banco"
La investigación del supervisor deja en mal lugar el proceso de nombramiento de ambos independientes e incluso se plantean sanciones, que, según las fuentes consultadas, parece que no tendrían mucho recorrido. Las sospechas sobre su elección redoblarían la presión del bando andaluz para que dimitan o al menos pongan sus cargos a disposición del nuevo presidente de la comisión de nombramientos que sustituya a Garaña.
De producirse este movimiento, el bloque más próximo al consejero delegado quedará mermado justo antes de la junta en la que se sustituirán a los cuatro consejeros dominicales de la Fundación Unicaja y que eran más cercanos a Braulio Medel y Liberbank.
Una fusión viciada desde el principio
La fusión de Unicaja y Liberbank se precipitó tras las dificultades para el negocio bancario en la era Covid. La presión de los reguladores y la incertidumbre por la crisis propiciaron un acuerdo a contrarreloj tan sólo año y medio después de romper las negociaciones por desavenencias en el reparto de poder.
La llave para desatascar la fusión fue que Manuel Azuaga, procedente de la antigua Unicaja y actual presidente, cediera todas las funciones ejecutivas al CEO antes de este verano. Manuel Menéndez, procedente de Liberbank y actual número dos, se convertiría así en el primer ejecutivo, pero siempre y cuando cuente con el respaldo del consejo para ejercer como consejero delegado reforzado.
Esta estructura de poder es lo que ha propiciado desde la integración una batalla en el consejo para ir tomando posiciones de cara a definir la futura cúpula con el BCE antes de julio de este año. En la junta de primavera la Fundación Unicaja, que controla alrededor del 30% del banco, reemplazará a sus cuatro consejeros por pérdida de confianza y que eran cercanos a Braulio Medel.
Vuelco de bandos
Con este movimiento y las ocho salidas de consejeros desde el pasado año, el frente andaluz habría dado un vuelco a la situación y ya tendría más afines que el bando de Liberbank. Además de los cuatro consejeros dominicales de la Fundación, habría otros dos consejeros cercanos a Azuaga: la independiente María Luisa Arjonilla y el dominical designado por la familia Mayoral, Rafael Domínguez de la Maza.
En el otro bando, el bloque asturiano contaría con el respaldo de los dos independiente citados (Maite Costa e Isidoro Unda) y Jorge Delclaux, que era consejero de Liberbank, y los dominicales del fondo OceanWood y de la Fundación Cajastur, David Vaamonde y Felipe Fernández Fernández, respectivamente.
Azuaga dará la batalla para quedarse como presidente
Un empate técnico que se podría romper con el sustituto de Garaña y las salidas de Costa y Unda si la inspección del BCE confirma las irregularidades en su elección, como señalan fuentes financieras.
El pacto de fusión no sólo contemplaba despojar a Azuaga de las funciones ejecutivas antes de este verano, sino también que cediera el testigo como presidente, como indican fuentes próximas al banco. Ahora bien, Azuaga quiere dar la batalla y ha trasmitido a su círculo más íntimo que aspira a retener la Presidencia, incluso sin descartar asumir poder sobre áreas de segundo nivel, como la de riesgos o la de cumplimiento normativo, según fuentes conocedoras.
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