Una renuncia para encajar el puzle. El Banco Central Europeo (BCE) presionó a Manuel Azuaga para que cediera su puesto en favor de un consejero independiente y desbloquear así la llegada del empresario murciano Tomás Olivo al máximo órgano de gobierno de la entidad, según trasladan a Vozpópuli fuentes conocedoras. Con la renuncia de Azuaga, de 76 años, quedarán dos vacantes en el consejo tras la salida del fondo OceanWood en agosto.
Fuentes oficiales del BCE no hicieron comentarios sobre la presión para que el presidente de Unicaja diera un paso al lado. El supervisor único prefería cubrir el sillón vacío de Oceanwood, que se sentaba como dominical, con un nuevo independiente para cerrar de forma definitiva la crisis de gobernanza iniciada tras la fusión con Liberbank.
Pero la intención de Fráncfort chocaba con el plan de Olivo, el conocido como rey de los centros comerciales que aprovechó la salida de Ernesto Tinajero para elevar su participación en Unicaja por encima del 9% antes de reclamar un puesto en el consejo. El empresario mexicano Tinajero, como Oceanwood, formaban parte del bando asturiano de Manuel Menéndez, exconsejero delegado procedente de Liberbank.
"Azuaga quiere dejar lista su sucesión en la junta ordinaria de primavera pese a que su mandato como consejero expiraba en abril de 2025
Azuaga había sido reelegido en 2022 como consejero hasta abril de 2025, pero en septiembre, cuando cedió todos sus poderes ejecutivos a su mano derecha Isidro Rubiales, se convirtió en externo. El banquero pretende dejar resuelta su sucesión en la junta general de accionistas prevista para la próxima primavera.
Evita el enfrentamiento directo
El todavía presidente de Unicaja, a expensas de que se conozca a su sucesor, ya había transmitido a su círculo cercano su intención de no agotar el mandato como consejero, según las fuentes. Con su salida, se abre paso a una solución que satisfaga tanto al BCE como a Olivo, y Azuaga evita un enfrentamiento más duro con el supervisor, como indican fuentes en contacto habitual con Francfort.
"El BCE siempre quiere más independientes, cuando son otros los que ponemos el dinero", lamentan fuentes próximas a Tomás Olivo
El empresario murciano busca un candidato para que defienda sus intereses, consciente de que él mismo tendría muy difícil cumplir con los criterios de idoneidad del banco central. “El BCE siempre quiere más independientes, cuando son otros los que ponemos el dinero”, lamentan fuentes próximas a Tomás Olivo.
El foco apunta ahora a Antonio Carrascosa, exdirector general del Frob y consejero independiente del banco desde el pasado verano. Se trata del mejor posicionado para tomar las riendas como presidente institucional del sexto banco por activos en España y cumpliría las exigencias del BCE desde hace tiempo, según fuentes internas de Unicaja. El banco tendría que buscar en este caso un nuevo independiente.
Olivo, en busca de un candidato
Mientras tanto, Olivo aún no ha encontrado un candidato afín que pueda pasar el filtro del BCE, pero tiene intención de reclamar de forma oficial el puesto en el consejo de Unicaja el próximo mes de diciembre. O como mucho a inicios de 2024, según fuentes conocedoras.
El máximo órgano de la entidad, que ahora tiene 14 miembros teniendo en cuenta a Azuaga, quedaría restablecido en 15, como fijan los estatutos del banco.
El anuncio de renuncia de Manuel Azuaga, comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado viernes, llega unos días antes de la visita oficial del BCE a Málaga. Un equipo del supervisor único se reunirá en privado esta semana con la cúpula de Unicaja para tratar, entre otros temas, el plan de sucesión de Azuaga.
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