Banca

El BCE vigilará el riesgo de asalto a Kutxabank y La Caixa tras las elecciones vascas y catalanas

La despolitización de las antiguas cajas está en cuestión diez años después de la reforma para profesionalizar su gestión. EH Bildu y los independentistas catalanes anhelan tomar el control.

Preocupación en el Banco Central Europeo (BCE) por la amenaza sobre una de las reformas clave del rescate financiero. Cuando se acaba de cumplir una década de la ley para despolitizar las antiguas cajas de ahorros, el supervisor único extremará la vigilancia por el riesgo de asalto a La Caixa y Kutxabank tras las elecciones que se celebrarán de forma casi consecutiva en el País Vasco y Cataluña, según trasladan a Vozpópuli distintas fuentes financieras.

Fuentes oficiales del BCE prefirieron no hacer comentarios al respecto. En el seno de Fráncfort se examinará con lupa sobre todo si las intenciones de los independentistas vascos y catalanes pueden suponer un “grave deterioro” en la profesionalidad de la gestión de las entidades, como advierten fuentes próximas al supervisor único.

"EH Bildu, que disputará al PNV la hegemonía en Euskadi, ha situado a Kutxabank en el centro del debate electoral para recuperar el control y la influencia empresarial de las antiguas cajas vascas

Para negociar la investidura de Pedro Sánchez, Junts y ERC llegaron a exigir el traspaso a la Generalitat de la supervisión y vigilancia de la Fundación La Caixa, que ahora depende del Ministerio de Economía. Un anhelo histórico de los independentistas catalanes que casi con toda seguridad pondrán sobre la mesa antes de las elecciones del 12 de mayo, como dan por sentado fuentes financieras.

La ofensiva por recuperar el control de las antiguas cajas también acaba de emerger en el País Vasco. EH Bildu, que disputará al PNV la hegemonía en Euskadi en los comicios del 21 de abril, ha situado a Kutxabank, el octavo banco del país fruto de la fusión de tres cajas vascas, en el centro del debate electoral.

La entidad está controlada por las fundaciones bancaria BBK (con el 57% del capital), la guipuzcoana Kutxa (32%) y la Vital (11%), todas ellas de la órbita de control del PNV.

Choque con la ley de cajas

“Las fundaciones bancarias, actuales titulares de la propiedad de la entidad, no garantizan en absoluto un control democrático de la misma. Es por ello que entendemos que, desde una actitud responsable y comprometida con el interés general de la ciudadanía vasca, se deben explorar todas las vías que permitan a las instituciones recuperar el control del que podría ser un instrumento financiero de gran potencial”, recoge en su propuesta sobre política industrial presentada esta semana por el candidato de Bildu Pello Otxandiano.  

La Ley 26/2013 obligó a la casi totalidad de las cajas de ahorros a convertirse en fundaciones y perder así su condición de entidades de crédito, y les impedía superar el 50% del capital de los bancos. Se trataba de un paso clave para profesionalizar la labor de las cajas, muy cuestionadas por la influencia de los distintos partidos políticos.

El cambio sustancial de la reforma fue que el Protectorado de las fundaciones con un ámbito de actuación repartido por todo el territorio español sería controlado por el Ministerio de Economía. Junts y ERC presionaron a Sánchez para devolverlo a la Generalitat, como publicó este medio. La única excepción a la norma la logró el PNV, que mantiene la supervisión y vigilancia de las tres fundaciones que controlan Kutxabank a través del Gobierno vasco.

"Kutxabank ha salido de empresas estratégicas como Euskaltel, NH y Enagas por la presión del BCE

Pero las pretensiones de Bildu van más allá y plantean un choque frontal con el BCE. En la reforma de las cajas, el supervisor único impuso que las antiguas cajas deshicieran sus posiciones empresariales.

Así ocurrió con Kutxabank, que vendió sus participaciones en compañías estratégicas como Euskaltel, NH Hoteles, Itínere, Enagas y Deoleo.

Calma tensa

La entidad vasca conserva, no obstante, posiciones relevantes en empresas como Petronor (14%), CAF (14%) e Iberdrola, donde retiene un 1,6% tras llegar a superar el 5%.  “En los últimos años, impulsada en parte por las normas establecidas por las autoridades bancarias europeas, Kutxabank ha debilitado su función de promoción y arraigo”, critica Bildu en el documento de 28 páginas sobre su plan industrial.

En el seno del banco las intenciones de los independentistas no inquietan sobremanera, al menos por el momento. Sobre todo, por tener el paraguas del BCE, que está en contra de que las antiguas cajas recompongan las carteras industriales, recuerdan fuentes próximas a Kutxabank. “Entramos en un momento electoral”, señalan desde el entorno de la entidad con cierto hastío.

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