BlackRock aguanta como el gran inversor de los bancos españoles. Hace un año saltaron los alarmas entre los ejecutivos bancarios por el anuncio sorpresa de Pedro Sánchez de crear un impuesto extraordinario al sector por los ingresos extra de las subidas de tipos. Como alertaron en su momento al Gobierno, se ponían en riesgo las inversiones internacionales por la inseguridad regulatoria.
Tras el anuncio de Sánchez, el Banco Central Europeo (BCE) advirtió también al Ejecutivo de que su plan para gravar los ingresos de los bancos añadiría incertidumbre al sector y pondría en duda la capacidad de pago de dividendos de algunos bancos.
Pero el 'impuestazo', que entró en vigor este año, y la presión del Gobierno ahora en funciones por las hipotecas y por el retraso en el pago de los depósitos no han provocado ningún tipo de movimiento por parte de la mayor gestora de fondos de inversión del mundo.
Accionista de referencia sólido
BlackRock resiste como principal accionista de Banco Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell, según los últimos registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Estas cuatro entidades han cargado contra las cuentas ya 979 millones de euros como pago íntegro del gravamen correspondiente a 2023. Aunque el adelanto de la factura no ha resentido el beneficio, que alcanzó casi los 12.000 millones en los seis primeros meses.
El mayor fondo de inversión del mundo lleva tiempo apostando por la banca español. En el caso del Santander y BBVA no ha cambiado su participación desde 2019, antes de la pandemia. En ambos bancos es el principal accionista, con más del 5% teniendo en cuenta títulos adquiridos a través de instrumentos financieros. Al igual que en Sabadell, donde tiene casi el 4,5% tras un pequeño cambio técnico en la participación en febrero.
En CaixaBank, el fondo dirigido por Larry Fink también mantiene su inversión y se erige como el tercer máximo accionista. Declara un paquete de acciones equivalente a casi el 5% del capital. Sólo la Fundación La Caixa (con un 30%) y el Frob, que controla el 17% como herencia de la fusión con Bankia, superan a la gestora como accionistas de referencia. En el caso de la entidad catalana hizo una modificación sin importancia a principios de mayo, antes de la que superaba por poco el umbral del 5%.
Meloni vuelve a poner de moda el impuesto
De forma indirecta, el 'impuestazo' volvió ayer a penalizar a los bancos en Bolsa. La razón fue el anuncio por sorpresa del Gobierno de Giorgia Meloni de crear una tasa que gravará con un 40% los beneficios extraordinarios de la banca italiana. Banco Santander lideró los recortes en el Ibex, con un desplome del 2,71%. Unicaja y Sabadell perdieron más del 2%, mientras que Bankinter y CaixaBank se anotaron caídas del 1,87% y del 1,48%, respectivamente.
Entre los inversores se extendía el temor a que el gravamen en España, que inicialmente se limitaría a 2023 y 2024, pueda convertirse en perpetuo, como sospechan desde hace tiempo los banqueros e incluso desde el BCE, como trasladan fuentes financieras a Vozpópuli. Ahora bien, las entidades confían en que los tribunales les acaben dando la razón y tumben el impuesto por considerarlo inconstitucional.
Italia justificó el nuevo impuesto para destinar la recaudación a crear un fondo para ayudar a los hipotecados y rebajar la carga fiscal de los ciudadanos. Bank of America estima que el Gobierno de Meloni ingresará entre 2.000 y 3.000 millones, lo que restará entre el 2% y el 9% del beneficio de las entidades italianas.
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