Se profundiza la brecha interna en el equipo de inspectores del Banco de España. El último informe de los peritos del caso Bankia echa más leña al fuego a un clima deteriorado ya desde hace años. En sus documentos, los dos inspectores del regulador cargan con fuerza contra sus antiguos responsables durante la creación, salida a Bolsa y caída de Bankia, entre 2010 y 2012. Pero también contra los actuales, al insinuar que se ha podido ocultar "información sensible" para el caso.
Frente a ello, Antonio Busquets y Víctor Sánchez Nogueras se alinean al 100% con José Antonio Casaus, el inspector cuyos correos provocaron las imputaciones de la cúpula del Banco de España.
Entre los destinatarios de las críticas de Busquets y Sánchez Nogueras destaca el exgobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez. En su declaración como imputado, MAFO, aseguró que todo lo que se encontró en Bankia era herencia del pasado: “Lo que me encontré fueron temas anteriores, inversiones mal hechas, cajas con gestores no profesionales. A mí me llega lo de enterrar a los muertos”.
Frente a ello, los peritos ponen sobre la mesa un discurso del exgobernador de abril de 2007, en el que lejos de estar preocupado por la herencia recibida, Ordóñez sacaba pecho de la salud y las provisiones de la banca española: “La pregunta inmediata es, ¿cuándo descubrió el declarante a los muertos del sistema bancario español?”, expone Sánchez Nogueras.
¿Información oculta?
Más allá de estas consideraciones, los dos peritos asestan un golpe a sus superiores (en esta ocasión a los actuales) al insinuar que se podría haber ocultado al juez información relevante sobre el caso Bankia. En concreto, aluden a la ausencia de correos electrónicos durante dos meses, de principios de julio de 2011 a septiembre de 2011, justo cuando salió a Bolsa Bankia.
“Los peritos entendemos que en dicha documentación no se incluyó información sensible”, critica Busquets, respecto a un envío de documentación del regulador en julio de 2016. “Otro indicio de la no inclusión de información sensible es que en la reunión con Intervención del 14 de julio de 2011 no hay ningún comentario sobre la salida a Bolsa del 20 de julio y en la reunión de 21 tampoco, ni sobre el precio de emisión con un descuento del 74%, lo que resulta increíble. Ningún correo hace referencia a dicho descuento”, critica Busquets.
Los dos peritos comparten todas las tesis del ala crítica de inspectores del Banco de España, que considera que la cúpula ignoró todos los avisos de la crisis
Los dos documentos recogen una defensa a ultranza de Casaus, el inspector de los correos. “La inspección no había analizado en detalle la morosidad por falta de medios”, señala Busquets ante las críticas contra Casaus por no avisar antes del agujero inmobiliario. “De marzo a septiembre de 2011 los inspectores pasaron 6 meses solicitando repetidamente la revisión de Banco de Valencia realizada por PWC”, añade.
Además, Busquets y Nogueras subrayan una de las decisiones más discutidas del Banco de España: permitir a las cargas sanear sus balances contra reservas antes de la fusión, en 2010. “Fue una grave irregularidad” que permitió que los gestores de las cajas cobraran bonus.
El informe de Navalcarnero
Por su parte, Nogueras centra sus críticas en un informe que el Banco de España presentó a petición de un juez de Navalcarnero, en el que ponía en cuestión todas las conclusiones de los peritos. El inspector habla de “conflicto de intereses y artimañas”.
Así, alude al “grave conflicto de interés que afecta al señor Pedro González”, exdirectivo de Supervisión, “ya que podía tener formada ya su opinión sobre los informes presentados por los peritos judiciales en diciembre de 2014”. “Difícilmente, el señor González iba a proponer cuestiones diferentes a las que adoptó en el proceso de constitución y salida a Bolsa de Bankia”, sentencia el perito.
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