Casi un CEO en España por año. Ana Botín vuelve a dar un vuelco en la cúpula de la filial en España con el fichaje de Ignacio Juliá, ex de ING, como nuevo primer ejecutivo en el país tras sustituir a Ángel Rivera, hombre de la máxima confianza de Héctor Grisi, el consejero delegado del grupo. Otro cambio por sorpresa, aunque, como advierten fuentes internas del banco consultadas por Vozpópuli, ya se ha convertido prácticamente en norma.
Lejos queda la etapa de seis años que perduró en el mismo puesto Rami Aboukhair, fiel escudero de la presidenta del Santander desde tiempos del extinto Banesto y con el que también coincidió en Reino Unido. Con la apuesta por Juliá, Botín además rompe una tradición de años: recurre a la competencia en lugar de promocionar a directivos de la casa.
Los vaivenes en los últimos años son continuos. Aboukhair fue sustituido por António Simões, el banquero portugués que acaparó poder dentro del grupo como máximo responsable de Europa. Incluso llegó a sonar en las quinielas para suceder a José Antonio Álvarez como número dos de Botín. Pero su poder se fue diluyendo y acabó saliendo rumbo a la multinacional británica Legal and General Group, tras perder la responsabilidad del negocio de España.
"Rivera y el grupo han pactado una salida amistosa tras los enfrentamientos directos con la presidenta. "¿Seguirá girando la noria en el Santander?", se pregunta con ironía un directivo de la competencia.
Botín decidió en ese momento dar las riendas a Rivera. Un movimiento que se interpretó en el mercado como un claro aval a Grisi, pues el hasta ahora CEO de España era considerado dentro del grupo como un directivo de máxima confianza del nuevo número dos. Ambos habían trabajado codo con codo en México.
Planes distintos para la filial
Pero las diferencias con Ángel Rivera se acentuaron en los últimos meses, como desvelan fuentes internas del Santander. Botín y el directivo chocaron en su estrategia para relanzar la filial española, con más margen para mejorar la eficiencia, según las fuentes consultadas. “Ambos tenían planes distintos”, afirman fuentes próximas a Boadilla. De hecho, el grupo justificó el fichaje del ex de ING para “acelerar el proceso de transformación del modelo de negocio” y generar “mayor crecimiento y eficiencia”.
Rivera llevaba tiempo queriendo salir del grupo y al final han negociado una salida no traumática. “Llevaba tiempo quemado y en una de las reuniones para definir la estrategia de la filial saltaron chispas con la presidenta”, relatan fuentes próximas al grupo.
"Botín ha apostado por fichajes en CaixaBank y el neobanco N26, en un cambio de la estrategia tradicional de promocionar a directivos de la casa
Cambiará de sector tras más de 30 años en banca, de los que durante once ha ocupado puestos de alta responsabilidad en el Santander. Algunas fuentes señalan que se podría decantar por emprender proyectos personales al frente de alguna firma de inversión.
Para justificar este nuevo cambio, la presidenta ha apuntado a un cambio generacional dentro del grupo. “Es un profesional joven, de gran experiencia en el modelo de banco que queremos ser”, deslizó en el comunicado para anunciar el relevo.
Fuentes conocedoras indican que el CEO del grupo, que apostó por poner al frente de la filial a Rivera, se alineó con Botín y respaldó el relevo por Juliá para impulsar la transformación de la filial, consciente de que el ejecutivo quería salir de la entidad desde hacía meses.
¿Los cambios penalizan la acción?
Ana Botín cumplirá el próximo martes una década al frente del Santander tras la repentina muerte de su padre. Tanto dentro como fuera del grupo no se entienden los incesantes cambios en la cúpula y distintas líneas directivas. Incluso se apunta a que pueden ser el motivo de que el Santander no cotice a un valor más alto en Bolsa en un contexto de tipos de interés elevados, como advierte un alto directivo en contacto con los fondos de inversión que pide el anonimato.
“En el Santander se ha entrado en una espiral: y tiro porque me toca. Y esto no gusta ni a los empleados ni a los inversores”, describen las fuentes consultadas.
El Santander esgrime oficialmente que la figura del CEO de España no es comparable a la de sus competidores en España y se asemeja más a un director comercial. Para reforzar esta defensa, en la entidad recuerdan que el nombramiento de Juliá no ha tenido que pasar por el consejo de administración del grupo.
Al fichaje del exCEO de ING se suma también el de Víctor Allende, hasta ahora responsable de banca privada de CaixaBank. Se encargará del negocio orientado hacia clientes ultrarricos, aunque la entidad aún tiene que decidir qué funciones concretas asumirá. Y unos meses antes, el Santander también ‘pescó’ en la competencia para reforzar la banca comercial en España, con la incorporación de Pablo Reboiro, exdirector general del neobanco N26. “¿Seguirá girando la noria en el Santander?”, se pregunta con ironía un directivo del sector bancario.
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