“¿Cómo valora que un banco con 30 años de historia acabe convertido en la sucursal de un banco español?”. Esta pregunta, hecha por un periodista portugués durante la conferencia de prensa de la compra de BPI por CaixaBank, refleja lo que preocupa en el país vecino el creciente peso de la banca española en ese mercado.
Entidades financieras como Santander, CaixaBank y Bankinter han pescado en el río revuelto de Portugal. Con ello, la cuota de mercado de los bancos españoles se ha duplicado en los últimos cinco años, pasando del 10% al 25%, en depósitos, y del 12% al 25%, en activos, según los últimos datos de la asociación bancaria lusa (APB), de junio de 2016.
La preocupación en Portugal por la creciente presencia de bancos españoles ha llevado al propio presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, a opinar sobre ello: “Estoy a favor de una presencia fuerte (...) pero diversificada" de países extranjeros en Portugal. Es decir, que la banca española controle un 25% no es preocupante, aunque si fuera a más quizás sí generaría una corriente proteccionista por parte del Gobierno de Lisboa.
Y, según distintas fuentes financieras consultadas, esta tendencia está en auge, algo que se debería ir reflejando en las próximas estadísticas publicadas. Santander está pisando el acelerador para aprovechar el momento de dudas que vive la banca local, que se pone de manifiesto con el rescate al primer banco, Caixa Geral (tiene un 31% de los depósitos), y la recapitalización in extremis de BCP (controla un 21% del mercado), con la entrada en su capital de un fondo chino, Fosun.
Negocio rentable
Estos problemas de capital están impidiendo a las entidades lusas poder abrir el grifo del crédito, algo que sí está a disposición de sus competidores españoles.
Gracias a esta tendencia, Santander ganó 400 millones de euros en Portugal el año pasado, casi la mitad de los 900 millones que cosechó en España. Además, el resultado en su filial Santander Totta elevó la rentabilidad sobre capital tangible (RoTE) en el 13%, por encima del objetivo de todo el grupo. La entidad presidida por Ana Botín dio salto cualitativo y cuantitativo el año pasado con la compra de la nacionalizada Banif, por 150 millones de euros, lo que se tildó como un regalo por parte de la prensa lusa. Con ello, su cuota de mercado está en torno al 12%.
Las dos mayores entidades de Portugal, CGD (con un 31% de cuota) y BCP (21%) han tenido problemas de capital en los últimos meses
Otra entidad en condiciones de crecer en Portugal es Bankinter, que el año pasado culminó la adquisición del negocio minorista de Barclays en ese país. Aunque su cuota de mercado es muy baja del 1% aproximadamente, la entidad liderada por María Dolores Dancausa ya lo tiene todo a punto para robar mercado a sus competidores, como ha hecho en España en los últimos años.
CaixaBank quiere tomar la misma senda tras culminar la toma de control de BPI, que le brinda una cuota de mercado del 12% en depósitos. El grupo catalán se centrará primero en mejorar la eficiencia de BPI y después en enderezar su política comercial. En la presentación del pasado miércoles, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, puso como ejemplo a seguir lo ocurrido en España, donde ha logrado situarse como líder en clientes, oficinas, depósitos y créditos.
Dos retiradas
Al contrario que estas tres entidades, hay otras dos que han seguido el camino contrario: BBVA y Banco Popular. El grupo presidido por Francisco González hizo incluso algún sondeo para vender esta filial, ya que el negocio no estaba marchando como quería ni en rentabilidad ni en cuota de mercado (tiene en torno a un 1%). Por ello, llevó a cabo un gran plan de ajuste y ha dejado esta filial como un banco de pruebas.
Mientras, Popular ve en la venta de esta filial una oportunidad para conseguir capital para evitar una nueva ampliación, junto al traspaso de otros activos como la filial norteamericana, su participación en el mexicano BX+ y otros en España. Aun así, este es el plan que deja sobre la mesa Ángel Ron, y será Emilio Saracho el que decida la nueva estrategia.
La conquista española de Portugal va más allá, y también se están negociando adquisiciones de inmobiliarias portuguesas por parte de firmas españolas. Es el caso de Oitante, por la que pujan Altamira, Servihabitat e Hipoges.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación