Banca

Crisis financiera: el BCE inspecciona a todos los bancos para medir los riesgos

El supervisor tiene en marcha una revisión en profundidad del modelo de negocio de las entidades europeas ante shocks económicos. Ahora pondrá el foco en la liquidez y en la exposición a Credit Suisse para evitar un contagio tras el colapso del Silicon Valley Bank.

Pánico en Europa a una crisis financiera. Tras el colapso del Silicon Valley Bank (SVC) en Estados Unidos, los inversores apuntaron ayer a Credit Suisse y extendieron las dudas sobre todos los bancos europeos. Pero la crisis de la entidad suiza no cogerá por sorpresa al Banco Central Europeo (BCE), que tiene en marcha desde hace un mes una revisión en profundidad del modelo de negocio del centenar de entidades de mayor tamaño que supervisa directamente, según trasladan a Vozpópuli fuentes financieras próximas al supervisor.

La campaña del BCE, como se suelen denominar técnicamente este tipo de acciones conjuntas, se enfoca en la estrategia de cada entidad ante shocks económicos y persigue precisamente prepararse ante casos como el del SVB y el de Credit Suisse. La presión de los inversores sobre el banco suizo fue a más ayer, con un desplome en Bolsa de casi el 25%.

La negativa del Banco Nacional Saudí, uno de los principales inversores privados de la entidad, a aportar más capital despertó el fantasma del Silicon Valley Bank (SVB) en Europa y acabó con la petición por parte de la cúpula de Credit Suisse al Banco Central de Suiza de una muestra de apoyo, según Financial Times.

El supervisor quiere conocer de primera mano cómo afrontaría el sector europeo una posible recesión económica, que tras el terremoto en las Bolsas cada vez se descuenta con más fuerza entre los inversores. También se está centrando en pedir información exhaustiva sobre las implicaciones de la guerra en Ucrania y una inflación descontrolada, que en el caso de España se mantiene en el 6%. Fuentes del BCE no hicieron comentarios al respecto.

El BCE está preocupado por un estallido repentino de la morosidad tras la subida brusca de tipos. Parte de las dudas del mercado es saber si los bancos están preparados"

Aunque la mayor preocupación del BCE pasa por detectar si los bancos están clasificando de forma correcta los créditos morosos. Teme un estallido súbito de la morosidad tras un cambio brusco en los tipos de interés, que desde julio han subido 300 puntos básicos en Europa. Y de hecho, lanzó recientemente una revisión conjunta de la cartera de préstamos clasificados bajo vigilancia especial, como publicó este medio. En España, las cinco grandes entidades (CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell y Bankinter) tienen una bolsa de casi 155.000 millones de euros en estos créditos, conocidos en el argot financiero como 'stage 2'.

"Los bancos europeos están bastantes vigilados", señalan las fuentes consultadas. Además, como indican fuentes próximas a Francfort, tiene indentificados a los bancos más vulnerables a un aumento de la mora por el perfil de su actividad. Con la presión del mercado sobre Credit Suisse, el BCE ha pedido a los bancos que detallen su exposición a Credit Suisse y pondrá el foco en los planes de liquidez de las entidades, como medida para prevenir una hipotética crisis financiera.

El BCE supervisa directamente a 113 entidades de crédito significativas de los países de la zona euro. Suponen casi el 82 % del total de los activos bancarios en esos países. En el caso de España, tiene bajo su paruaguas a Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter, Unicaja, Abanca, Kutxabank, Ibercaja y Cajamar.

"El miedo es irracional, aunque no parece que exista nada estructural", se repite estos días en los despachos de distintas fuentes de los grandes bancos del Ibex, consultoras internacionales y próximas al BCE consultadas por Vozpópuli. De hecho, algunas fuentes señalan que la crisis de Credit Suisse se debería solucionar con más capital por parte del Banco Nacional Saudí y que es probable que la petición de una muestra de apoyo público al Banco de Suiza tenga que ver más con que le permita subir del 10% del capital. Al menos, insisten fuentes próximas a Credit Suisse, es lo que se está trasmitiendo desde el seno de la entidad suiza.

La sensación es que el mercado, después del colapso del SVB, se quiere cobrar "otra víctima" y apunta a Credit Suisse, que lanzó hace unos meses un plan de reflote y parece que todavía no ha dado frutos. De hecho, cerró 2022 con unas pérdidas de más de 7.000 millones, lo que supuso multiplicar por cuatro veces los números rojos del ejercicio precedente. Habrá que ver cómo reacciona hoy el mercado.

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