Compromiso de mantener una vía de diálogo. El nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, inició ayer la ronda de contactos con los principales banqueros españoles en pleno choque por prorrogar un año más el impuestazo. El sustituto de Nadia Calviño quiere calmar las aguas tras el tono combativo del Gobierno en los últimos meses y garantizó a algunos de los primeros espadas de la banca el reconocimiento como “interlocutores habituales”, según trasmiten a Vozpópuli fuentes financieras.
Cuerpo inició ayer las reuniones privadas y por separado con los banqueros en la sede del Ministerio de Economía. Ayer fue el turno de José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank; Carlos Torres, presidente de BBVA; y Antón Arriola, presidente de Kutxabank. Las reuniones trascurrieron con un tono “agradable”, según fuentes conocedoras.
"Los cinco años de Calviño no se olvidan en el sector, con constantes tiras y aflojas por los sueldos, el impuesto, las hipotecas y los depósitos
El nuevo titular de Economía, que durante la era de Calviño ejerció como secretario general del Tesoro Público, ya conoce a la mayoría de los banqueros de encuentros sectoriales previos.
Primera toma de contacto con el sector
“Fue una primera toma de contacto en la que nos ha transmitido que nos reconoce como interlocutores”, señalan fuentes próximas a las entidades. Los encuentros continuarán este miércoles con Ana Botín, presidenta del Santander; Josep Oliú, presidente del Sabadell; y Manuel Azuaga (Unicaja).
Los cinco años de Nadia Calviño al frente del Ministerio de Economía no se olvidan en el seno de los bancos. La exvicepresidenta primera se convirtió en el “azote” del sector bancario, en un tira y afloja constante en temas tan controvertidos como los sueldos y el impuesto, con amenazas de intervencionismo sobre las hipotecas y los depósitos.
Las patronales bancarias AEB y CECA criticaron la extensión un año más del impuesto por los efectos negativos sobre el crédito y el empleo
“Tardamos en darnos cuenta, pero Calviño es de convicciones no muy favorables con la banca”, deslizaba en privado un alto directivo de uno de los grandes bancos españoles que pedía el anonimato antes de conocerse el ascenso de Cuerpo.
Calmar la tensión
Con estos encuentros, el ministro de Economía quiere calmar la tensión con el sector, que salió en tromba a través de las patronales para censurar la extensión del impuesto un año más, hasta 2024 incluido. La Asociación Española de Banca (AEB) y CECA criticaron que la decisión del Ejecutivo provocaría “efectos negativos” sobre la concesión de crédito y la creación de empleo.
Además del impuesto, con el que aspiraba a recaudar unos 3.000 millones en dos años ante los "ingresos extraordinarios" por la nueva política monetaria, el Gobierno obligó a los bancos a un pacto hipotecario para ayudar a las familias. Las entidades consideraban este acuerdo innecesario, pero se sumaron a él para evitar un coste en su ya maltrecha reputación. La última polémica fue por la baja remuneración de los depósitos, con una brecha que supera el 20% respecto al interés que pagan las entidades europeas.
Las reuniones de Cuerpo seguirán la semana que viene con otros primeros espadas de entidades medianas. Coincidirán con las presentaciones de resultados de los bancos, que cerrarán el año 2023 con beneficios récords.
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