Se tambalea, otra vez, una gran fusión entre bancos europeos. Andrea Orcel, el banquero estrella de la banca de inversión al frente de Unicredit, volvía a sorprender a inicios de la semana pasada al sistema financiero al aflorar un 12% en derivados en Commerzbank, donde la entidad italiana controla ya el 21% de su capital.
Un movimiento que provocó el rechazo frontal de Alemania a una posible integración y que desalienta a los grandes bancos españoles para lanzarse a explorar eventuales uniones con algunos de sus competidores en Europa, según trasladan a Vozpópuli distintas fuentes financieras.
Entre los ejecutivos bancarios españoles cunde una cierta desazón ante lo que parecía que iba a abrir la espita de las fusiones transfronterizas. Pero el efecto puede ser el contrario con la reacción del canciller alemán, Olaf Scholz, que ha calificado las intenciones de Orcel de “ataque hostil”. Un amago de nacionalismo económico por parte de Berlín, como advierten varios altos ejecutivos bancarios españoles, y que hace patente que el gran proyecto común de la UE tendrá que esperar para ver un campeón europeo en el sistema bancario.
Sorpresa y poco margen
“Es muy sorprendente la reacción de Alemania. No nos deja mucho margen para intentar en un futuro integraciones en otros países europeos”, admite un alto ejecutivo de uno de los grandes bancos del país que pide el anonimato. Este tipo de operaciones paneuropeas, como recuerdan en el sector, son poco atractivas por la parte del ahorro de costes, lo que hace que los banqueros se lo piensen más.
Orcel no esconde sus planes para fusionar Commerzbank tras irrumpir en su capital con un 9%. El consejero delegado de Unicredit ha ido construyendo su asalto al banco alemán con pequeñas compras en el mercado antes de hacerse con un paquete del 4,49% que el Estado alemán puso a la venta este mes. Y recientemente afloró un paquete en derivados que elevaba su participación al citado 21%. Berlín controla ahora el 12% de Commerzbank tras un rescate de 23.000 millones de euros en plena crisis financiera.
"Orcel está tomando posiciones en Commerzbank para ganar fuerza ante una posible negociación. Pero el Gobierno alemán ha calificado su estrategia de "hostil" y dificulta el desembarco de Unicredit en la entidad alemana
El ejecutivo italiano ha dado más pasos al frente y ya ha solicitado autorización al Banco Central Europeo (BCE) para tomar hasta cerca de un 30% de Commerzbank. Toda una declaración de intenciones que refuerza la idea de que Orcel está decidido a protagonizar la primera gran unión de dos bancos europeos. El plan del banquero italiano va quemando etapas y, como interpretan desde uno de los grandes bancos de inversión europeos, parece tener previsto cualquier escenario, como una oposición de Berlín. “Seguro que juega con varias cartas”, advierten fuentes de la banca de inversión.
Mano tendida
Orcel ha tendido la mano en varias ocasiones al Gobierno alemán declarando que su toma de posiciones en Commerzbank no es un movimiento agresivo y también ha descartado, en un principio, sentar a un representante de Unicredit en el consejo de administración de la entidad alemana. De forma sibilina, se ha ofrecido también al Gobierno para “participar” en una eventual venta del 12% que todavía conserva el Estado alemán.
"Los bancos estaríamos encantados de participar en una mayor consolidación paneuropea", afirma Ana Botín, que como su homólogo de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, lamenta los obstáculos por las distintas regulaciones nacionales
Precisamente en este paquete estatal es donde el resto de competidores europeos puede jugar sus bazas para frenar o adelantarse a Unicredit. De hecho, la prensa alemana no descarta que puedan interesarse en este paquete el Santander o BNP Paribas, que serían los candidatos lógicos para protagonizar una operación de este tamaño. Deutsche Bank ha ido más allá y estudia esta posibilidad para contener el asalto de Orcel, aunque el Gobierno germano ha enfriado las expectativas de que vaya a vender en el corto plazo sus acciones en Commerzbank.
“Los bancos estaríamos encantados de participar en una mayor consolidación paneuropea", ha declarado Ana Botín, presidenta del Santander, en algunos foros bancarios. Pero las distintas regulaciones dentro de la Unión Europea impiden a los banqueros pensar ni siquiera en este tipo de operaciones, como comparten en el sector de forma generalizada.
“Si no hay generación de sinergias, lógicamente las potenciales fusiones paneuropeas son incompletas. Una operación que se realice en distintos países, idiomas y culturas incrementa de manera exponencial el riesgo de implementación”, ha advertido, por su parte, José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, en varias ocasiones. Para Goirigolzarri, la “única manera de tener bancos potentes” en Europa pasa por una “auténtica unificación” en la zona común.
Una década del lanzamiento de la Unión Bancaria
La Unión Bancaria echó a rodar hace diez años. En 2014 se creó un mecanismo único de supervisión bancaria, que arrancaba el ambicioso proyecto europeo de contar con un sistema único en el continente. El BCE lleva tiempo alentando a los banqueros para que se lancen a protagonizarlas como antídoto a las bajas rentabilidades “estructurales” que arrastra el sector, como pidió recientemente Luis de Guindo, vicepresidente del banco central.
El supervisor es consciente de que la unión bancaria no estará completa hasta que haya un matrimonio entre bancos a nivel europeo, aunque los banqueros no creen que exista el paraguas normativo y fiscal que incentive este tipo de operaciones.
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